La diputada nacional Mariel Calchaquí participará de las reuniones acordadas con Daniel Cameron, secretario de Energía de la Nación, a los efectos de presentar antes sus pares del bloque FpV su negativa a acompañar la medida del cargo fijo establecido por el decreto 2067/08, que crea el fondo fiduciario para la importación de gas.

Calchaquí sostiene que “el incremento es desmedido y la premisa que supone que: el que más tiene, más gas consume y que por tal motivo debe pagar más, es una premisa falsa”, y advirtió que “hay vastos sectores que serán afectados, inclusive sectores medios bajos y bajos, sin contar que otros sectores ya son víctimas de la falta de infraestructura y que pagan más por el gas envasado que por el que se consume por red.”.

Por otra parte, la diputada aseguró que “a la falta de inversión de las empresas durante años, No se la podemos hacer pagar al pueblo. Las empresas se quedan con la rentabilidad de los hidrocarburos sin dar cumplimiento a los convenios en cuanto a nuevas inversiones, descubrimientos, etc. De esta manera, cuando el negocio deja de ser bueno, las pérdidas empresarias se transfieren a las familias”.

Calchaquí resaltó que “el sistema energético está en crisis, pero no es posible salir de una política de subsidios abruptamente, condenando a los usuarios residenciales y perjudicando la canasta familiar de los trabajadores”.

“El incremento del gas como el de electricidad están íntimamente relacionados, e influyen directamente sobre los salarios”, agregó.

“Me niego en modo rotundo a acompañar una medida la cual considero desacertada, en un momento de recesión económica, donde el costo será afrontado por miles de familias argentinas, que aparte de no ver mejorados los servicios públicos energéticos, afectarán su consumo y por lo tanto la economía en general –sostuvo-. Desearía que la medida fuera revisada por la Presidenta y que derogue el decreto 2067/08, pero de no ser así, mi postura será indeclinable y en contra del aumento de gas en la forma en que ha sido instrumentado, con el solo fin de seguir comprando más gas al exterior, perdonando las inversiones que no se hicieron durante tanto tiempo y que en definitiva han impedido que tuviéramos una real política hidrocarburíferas y de infraestructura energética que nos permitiera el autoabastecimiento necesario para enfrentar la demanda que requiere un país con proyección de crecimiento poblacional y económico como el nuestro”.