El oficialismo tratará este jueves de avanzar con el proyecto del Ejecutivo que pone tope a la reasignación de partidas.
La pelea de fondo de esta semana en el Senado tendrá lugar este jueves, cuando el oficialismo trate de conseguir dictamen para el proyecto que reforma la ley de Administración Financiera. La norma, enviada por la presidenta Cristina Kirchner hace dos semanas, pone tope a las facultades del jefe de Gabinete para reestructurar partidas del Presupuesto nacional.
El proyecto será analizado por un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales -que preside Nicolás Fernández- y de Presupuesto y Hacienda -de Fabián Ríos-, que se reunirá el jueves a las 11 en el Salón de Lectura de la Cámara alta.
La oposición impulsa un proyecto alternativo, el cual es resistido por el oficialismo, cuyo titular, Miguel Angel Pichetto, se trenzó durante la reunión del jueves pasado con sus pares radicales, preguntándoles si “no nos van a dejar gobernar o van a ser una oposición obstructiva”.
El proyecto original impulsado por la Presidenta determina un cambio en el artículo 37 de la Ley 24.156 de Administración Financiera, al limitar las facultades del jefe de Gabinete para realizar “modificaciones a la distribución funcional del gasto”. La autorización vale para cuando el monto total anual de dichas modificaciones no supere el 5 por ciento del total del presupuesto aprobado para el ejercicio en el cual se realizan dichas modificaciones.
La norma exceptúa de la limitación a las “modificaciones presupuestarias que incluyan créditos de la jurisdicción 91-Obligaciones a Cargo del Tesoro” referidas a asistencia por catástrofes, asistencia a empresas privadas y al sector público, y que elevan el límite para la redistribución presupuestaria al jefe de Gabinete a alrededor del 10 por ciento del presupuesto.
El 28 de julio pasado los senadores oficialistas Pichetto y José Mayans mantuvieron una reunión con sus pares del radicalismo Sanz y Gerardo Morales, en la cual los opositores presentaron un temario de siete puntos entre los que se encontraba la modificación a las atribuciones del jefe de gabinete para reasignar partidas.
