El clima beligerante que se vivió el miércoles último en las cuatro cuadras que rodean al Palacio de la Leyes es un espejo de la animosidad -digitada en algunos casos- contra los legisladores, sin importarle la pertenencia política.

Uno de los que advirtió que la bronca podría extenderse, incluso profundizarse es el senador nacional puntano Adolfo Rodríguez Saá, quien advirtió a sus colegas sobre lo que se viene. Varios legisladores vivieron en carne propia la protesta de los ex combatientes, que se apostaron frente al Palacio Legislativo. No se salvó nadie, todas las personas que salían del Anexo, sin preguntarles si eran empleado o legislador, eran cuestionadas severamente. Incluso entre tantas bombas de estruendo que arrojaron, rompieron los vidrios del 5to. piso y un empleado resultó lastimado.

Quien debió esperar más de una hora para salir de un bar fue el diputado nacional kirchnerista Edgardo Depetri, dado que le impedían abrir la puerta para dirigirse al recinto. Tras unos forcejeos, Depetri calmó a los enardecidos manifestantes. Precisamente el tema del escrache fue uno de los conversados en el encuentro que los diputados del FpV mantuvieron con Aníbal Fernández. “No queremos volver a sufrir escraches”, repitieron en más de una oportunidad, a modo de advertencia.