En medio de un gran festejo de las barras kirchneristas y la bronca de los productores agropecuarios presentes, con 136 votos a favor, 100 en contra y 7 abstenciones, la Cámara baja dio luz verde a la prórroga de las facultades delegadas por un año. Ahora es el turno del Senado.
La Cámara de Diputados tenía otro día clave: aprobar la prórroga de las facultades delegadas por un año, como requería el Gobierno, y lo consiguió. Ahora será el turno del Senado.
A las 12 de la noche, tras nueve horas de debate, el oficialismo, junto a varios aliados, logró aprobar en general la prórroga de las facultades delegadas con 136 votos a favor, 100 en contra y 7 abtenciones. Un resultado medianamente holgado que había sido anticipado por Parlamentario.com el domingo pasado, cuando se anunció la certeza de que el proyecto sobre las facultades delegadas obtendría el dictamen correspondiente en comisión y su aprobación posterior en el recinto superaría largamente los 129 votos.
La aprobación fue lograda por el acompañamiento de los 109 diputados del Frente para la Victoria junto al bloque Encuentro Popular y Social, el diputado cordobés Francisco Delich, los diputados del Movimiento Popular Neuquino, la Concertación Plural, el Frente Cívico por Santiago y los diputados aliados Paola Spátola, Carlos Raimundi, Emilio García Méndez, Nélida Belous, Leonardo Gorbacz (SI) y Emilio Kakubur.
A la hora de votar, los diputados denominados de centroizquierda se dividieron y en su mayoría se abstuvieron, mientras que otros apoyaron al Gobierno. En realidad, Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires), Claudio Lozano (Proyecto Sur), Eduardo Macaluse, Veronica Benas, Nidia Naim, Delia Bisutti y María América González (SI) se abstuvieron mientras que Emilio García Méndez, Carlos Raimundi (SI) y los fueguinos Nélida Belaous y Leonardo Gorbacz votaron a favor del Gobierno. También se sumaron al voto positivo los cinco integrantes del bloque Encuentro Popular y Social.
Sin embargo, como era previsto, el PRO, la UCR, la Coalición Cívica, el socialismo y los peronistas disidentes se opusieron a la prórroga de las facultades delegadas.
“No vamos a dejar a nuestro Gobierno sin superávit fiscal primario. Es mentira que en un país como la Argentina, con deficit fiscal, se pueda garantizar el crecimiento”, cerró el debate un eufórico jefe de bancada del oficialismo, Agustín Rossi. “Tener superávit fiscal es beneficioso para la economía argentina”, concluyó Rossi, quien desafió: “Queremos que la Cámara baja empiece a discutir el proyecto de la nueva ley de Radiodifusión”.
El debate
Con 131 diputados en sus bancas, comenzó la sesión a las 15.12, y fueron los aliados del Frente para la Victoria quienes ayudaron a conforman el quórum (129). Entre ellos se encontraban los radicales K de la Concertación Plural, los diputados del Movimiento Popular Neuquino, los santiagueños del Frente Cívico y Social, los del ARI fueguino, los integrantes Encuentro Popular y Social. El diputado que logró el quórum fue el socialista K, Ariel Basteiro.
Luego de conseguir quórum, el miembro informante del oficialismo Alfredo Dato comenzó a defender el proyecto de mayoría, al cual destacó por su “sencillez y eficacia”, ya que “esto parece ser una solución porque esto no es una delegación total, no es una delegación a libro cerrado”.
“Esta vez no se nos va a escapara la tortuga”, sostuvo el diputado, ex miembro de la Corte Suprema de Tucumán, porque “la comisión que se crea va a informar cada 30 días sobre las acciones de las leyes delegadas” y al final del año de prórroga “habrá pocas leyes” delegadas. Las facultades delegadas “es un instrumento para poder gobernar”, concluyó Dato.
En cambio, luego del diputado oficialista, el diputado macrista Julián Obiglio aseveró que el PRO quiere que “las facultades delegadas por el Poder Legislativo al Ejecutivo, vuelvan al Congreso, de donde nunca tendrían que haber salido”.
En el mismo sentido, la diputada de la Coalición Cívica Patricia Bullrich consideró: “Queremos que en la Argentina, el Parlamento tenga las facultades legislativas porque no es lo mismo legislar que administras. El ejecutivo tiene que administrar”. “Tenemos que poner a cero la retenciones y la 25% a de la soja porque queremos una país productivo. Venimos a sustituir una democracia delegativa, cerrada, por una democracia representativa”, dijo Bullrich.
Con los palcos colmados por los productores agropecuarios que ingresaban con un estricto control de seguridad, el discurso del radical Pedro Morini se basó en la producción del sector agropecuario. Asimismo, el diputado radical Pedro Azcoiti protestó por el incumplimiento del reglamento, ya que se superó la media hora reglamentaria que establece la sesión especial.
En una intensa discusión por la presión de los productores agropecuarios, la diputada de Encuentro Popular y Social, Vilma Ibarra, anticipó su respaldo al proyecto del oficialismo que establece una prórroga de facultades delegadas, al sostener que la iniciativa constituye “un salto en materia constitucional importantísima”.
“Vamos a garantizar gobernabilidad”, afirmó Ibarra, quien dijo que el dictamen de mayoría contempla la mayoría de los reclamos que pedía esa bancada aunque aclaró que votará en disidencia parcial el artículo que establece el plazo de 1 año.
Los discursos de las diputadas aliadas al Gobierno Vilma Ibarra y Silvia Vázquez, enardecieron a los productores agropecuarios que ocupaban las tribunas de la Cámara baja.
La diputada de la Concertación Silvia Vázquez aseguró, al igual que Ibarra, que no estaba de acuerdo con la delegación de facultades, pero “la verdad es que no se puede hacer borrón y cuenta nueva”, dijo. “Llegó el turno de sacarse la careta porque todos los gobiernos usaron las facultades”, agregó.
Luego, la radical k tildó al sector agropecuario de “conspiradores de siempre de la Constitución Nacional” y disparó: “No le tenemos miedos a la Sociedad Rural, que tampoco nos baja la línea como lo hace a gran parte de la oposición”. Esto provocó una fuerte silbatina de los productores agropecuarios que se encuentran en los palcos.
Anunciando lo que sería la posición de la mayoría de los diputados de centroizquierda, el legislador de Proyecto Sur, Claudio Lozano sostuvo en el recinto, previa reunión en los pasillos con Pino Solanas, que “tenemos diferencias políticas con el bloque oficialista. No estamos de acuerdo con sesionar sobre los temas de gobernabilidad que necesita este Gobierno, debemos sesionar para resolver la pobreza y el hambre de los 14 millones de pobres y 6 millones de indigentes”. “Hay que terminar con las facultades delegadas”, manifestó Lozano, pero luego aclaró que el proyecto de ley del oficialismo “ha sido mejorado”, pero igualmente el diputado del Proyecto Sur se abstuvo. “La prórroga de un año no le hace bien al Gobierno”, concluyó.
Otro momento ferviente en la discusión fue cuando la secretaria del bloque oficialista Patricia Fadel disparó contra el diputado mendocino Omar De Marchi y lo calificó de “demócrata ganzo de Mendoza que salió tercero de la provincia y de casualidad entró de diputado”. Luego aseveró: “Nosotros en Mendoza hacemos los pozos para buscar agua y no esperamos que llueva ni tiramos semillas y nos acostamos en la cama a esperar que crezca”.
En una posición antagónica, el macrista Esteban Bullrich consideró que “terminar con la delegación de facultades es terminar con la violación a la Constitución Nacional. A esta, como a las personas, se la respeta o se la viola. No se puede medio violar la Constitución. Nosotros planteamos dejar de violarla.”
Al cerrar el discurso de la oposición, el diputado radical Pedro Azcoiti dijo que “Es hora de que este Parlamento recupere las facultades que le son propias, que han sido momentáneamente entregadas por el período que dura la delegación de estas facultades. Ha quedado claro a lo largo del debate que no es cierto que el Congreso deba prorrogar estas facultades, como lo plantea el oficialismo, diciendo que de no prorrogarlas caeríamos en un caos jurídico. Nada de esto va a pasar”.
Primer paso exitoso
El primer obstáculo del kirchnerismo había sido superado con tranquilidad luego que la Comisión de Asuntos Constitucionales se reuniera el mismo miércoles por la mañana para deliberar y emitiese dictamen para llevar el proyecto al recinto. Hubo un dictamen por mayoría y otro por minoría.
Con la presidencia de Graciela Camaño, en el tercer piso del edificio Anexo de la Cámara de Diputados se desarrolló la reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales con el objetivo de sacar dictamen para la extensión de las facultades delegadas para el Poder Ejecutivo.
Con la cerrada oposición del radicalismo, la Coalición Cívica y el PRO, el oficialismo se valió de su fuerza propia y varios aliados para conseguir un dictamen de mayoría, mientras que la oposición suscribió otro de minoría.
Para conseguir el dictamen, el kirchnerismo negoció toda la semana con legisladores de centroizquierda que le aportaron los votos para el dictamen y fueron la llave para abrir el debate en el recinto. Aunque el bloque Encuentro Popular y Social firmó el dictamen de mayoría, con algunas disidencias.
