En vísperas del tratamiento del proyecto de ley de Arrendamientos, la Federación Agraria Argentina, parte interesada por demás en este tema, emitió un duro comunicado contra el Gobierno sobre el tema.

Llamó la atención, ya que el tema que se trataría esta semana representa una vieja aspiración de la entidad encabezada por Eduardo Buzzi, y es más, el proyecto que llegará al recinto tiene mucho del original elaborado justamente por la Federación Agraria.

Pero en realidad, la iniciativa corresponde al diputado de Solidaridad e Igualdad Eduardo Macaluse, y modifica algunos puntos de la propuesta de la FAA. Así las cosas, esa agrupación tiene claro que, como todos los analistas sostienen, el objetivo fundamental del kirchnerismo con el envió al recinto de esta iniciativa es dividir a la Mesa de Enlace. En este marco, la FAA aclaró que no se va a “prestar a ser parte del juego oficialista que intenta dividir al movimiento agrario”.

“No es de fiar” un Gobierno que “promovió y cobijó a los pooles de siembra” y que “venga hoy a ponerles límites”, advirtió la entidad de Eduardo Buzzi, para la cual “no quedan dudas de que este repentino interés por la regulación de los contratos de arrendamiento forma parte de una operación política de menor cuantía como es la división de la Mesa de Enlace”.

De tal manera puntualizan que “vamos a insistir con nuestro propio proyecto de Ley de Arrendamientos y Aparcerías Rurales, presentado en marzo de 2007 en la Cámara de Diputados de la Nación”.

“La Federación Agraria Argentina expresa públicamente su postura en favor de una nueva Ley de Arrendamientos Rurales que ponga límites a la concentración y el monocultivo tal como lo viene haciendo incansablemente en sus 97 años de coherencia histórica”, explicó el comunicado, donde se resalta que “frente a este estado de situación, al día de hoy 2.000 productores trabajan el 50% de la tierra”.

Agregan que “eso no es desarrollo ni beneficio para nadie, excepto para esta nueva oligarquía aliada y fortalecida a la sombra del kirchnerismo”.

Por tal razón es que la entidad considera que “el proyecto de ley de arrendamientos que intenta impulsar el Gobierno Nacional, no es el adecuado, ni se presenta en el momento indicado, pues la credibilidad de este Gobierno es nula”.

En efecto, la FAA discrepa con la eliminación de los gravámenes impositivos que tenían por objetivo frenar la concentración agropecuaria, la inversión financiera extra campo, “que terminan desplazando al productor tradicional y debilitando a los pueblos del interior”.