Diputados de la provincia de Buenos Aires aprobaron una iniciativa referida a bibliotecas públicas con el objetivo de “avanzar hacia una cultura sin exclusiones para los bonaerenses”, según destacó su autora, la diputada Alicia Tabarés de González Hueso (PJ).

La iniciativa, que pasó al Senado de la provincia para su tratamiento y conversión en Ley, “tiende por un lado a reforzar el sistema bibliotecario para que todos puedan acceder al material bibliográfico y audiovisual sin exclusión ni discriminación alguna y, por otra parte, busca que ese sistema cumpla una función social más allá del servicio de prestación de libros; es decir, que los espacios bibliotecarios sean espacios culturales aprovechados para fomentar el libro y la lectura a través de actividades como cursos, talleres y seminarios, así como otras prácticas que favorezcan la difusión cultural”, puntualizó la legisladora.

La norma reemplazará al Decreto-ley 9319 sancionado por el último gobierno militar que, además de contener elementos claramente antidemocráticos, no se adapta a la realidad actual. La nueva normativa diseña un sistema provincial conformado por las bibliotecas públicas, privadas, escolares, especializadas, especiales y las bibliotecas populares que resultan de la iniciativa y el esfuerzo de los vecinos para la comunidad.

Este sistema provincial, que integrará a todas las bibliotecas existentes en el territorio de la provincia de Buenos Aires, se conformará mediante una red que posibilitará a las bibliotecas estar intercomunicadas y funcionar de manera complementaria, a la vez que incentivará la participación de los distintos sectores para que el mecanismo interbibliotecario -mediante un trabajo mancomunado- funcione adecuadamente y el servicio llegue en toda su potencialidad a la comunidad a la que pertenece.

El proyecto, a su vez, crea la Comisión de la Red Provincial de Bibliotecas, con seis vocales ad honorem, que representarán a los miembros de asociaciones bibliotecarias, la comunidad literaria, la industria editorial, el sector público provincial y municipal y el sector privado, a la vez que consagra la existencia de las llamadas Bibliotecas Nodo, que funcionarán en cada una de las regiones del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, elegidas de acuerdo con la importancia e influencia en la zona.

Estas bibliotecas regionales actuarán como ejes del sistema, contribuirán a la organización y descentralización y serán, junto a la Biblioteca Pública Central y la Biblioteca Braille, las bibliotecas “madre” del esquema.

Por otra parte, con esta modificación, la Provincia de Buenos Aires dispondrá de legislación propia y se complementará la política de fomento y apoyo a las bibliotecas populares prevista en la Ley nacional 23.351, a la que adhirió oportunamente el gobierno bonaerense.

Luego de describir los lineamientos del proyecto, la diputada Tabarés destacó que “el libro y el hábito de la lectura son indispensables en el desarrollo cultural de nuestra sociedad. En este sentido, el sistema bibliotecario es uno de los pilares para que el libro encuentre divulgación y la sociedad en general tenga libre acceso a él, dentro y fuera del aparato educativo formal”.

“El sistema bibliotecario –agregó— es diferente al circuito comercial donde, más allá de su valor literario, educativo, científico o recreativo, el libro tiene un valor monetario excluyente. El sistema bibliotecario ofrece el libro a toda la población sin restricciones sociales, económicas, religiosas o culturales”, puntualizó.

Con las modificaciones propuestas a la legislación actual -que data de 1979- el sistema bonaerense se modernizará, poniéndose en relación directa con las nuevas tecnologías de la comunicación y el manejo de la información, acompañando de este modo el amplio desarrollo producido en la materia durante las últimas décadas. Esto permitirá a la población en general, acceder al material bibliográfico y audiovisual -tanto sea con carácter educativo como recreativo-, garantizando el derecho a la información y la formación, superando las barreras que para ello suelen resultar de las desigualdades sociales.

Entre las mejoras que prevé introducir la nueva norma, se cuentan para las instituciones incorporadas al Sistema Provincial de Bibliotecas, una subvención mensual para gastos de personal y material bibliográfico, subsidios especiales para proyectos de acrecentamiento de colecciones y adecuación edilicia o de mobiliario, becas para bibliotecarios, y asistencia técnica, de gestión y logística para las diferentes bibliotecas.

“Mi intención –puntualizó la legisladora bonaerense- es que las nuevas generaciones sigan disfrutando del goce estético que ofrece el libro y que este no se convierta en una herramienta en desuso; que las bibliotecas no sean lugares vacíos, sino puntos de consulta constante, de intercambio de ideas y de comunicación, que la información no sea un bien de pocos y que el acceso a un libro no se restrinja por las posibilidades económicas. En cada barrio, en cada pequeña población se debe poder leer, aprender, pensar, debatir, y gozar en torno a los libros en forma justa e igualitaria”, concluyó Tabarés.