A medida que avanza el actual período de sesiones, crece la presión de los legisladores a los que se les vence el mandato, ya que perciben que no hay señales de que vayan a ser aprobados los proyectos presentados por ellos, pues la prioridad está centrada en las urgencias enviadas por el Ejecutivo.

Precisamente ese es uno de los temas de conversación de los jefes del bloque de diputados nacionales del FpV, Agustín Rossi y José María Díaz Bancalari, entre otros, con los integrantes de su bancada, los que reclaman su sanción. Inclusive algunos de ellos no se quieren despedir sin contar con la aprobación por lo menos con una de sus propuestas. “Desde ya le prometo que en la última sesión la vamos a sancionar”, fue la respuesta dada por Rossi a uno de sus pares que reclamaba ese gesto. Y la referencia a la última sesión es que en la misma se aprueban decenas y decenas de proyectos con dictamen favorable a libro cerrado, como siempre sucede.

En rigor, esa promesa es para tranquilizar a la tropa y asegurarse que voten favorablemente las propuestas enviadas por el Gobierno nacional, como la ley de Radiodifusión o el Presupuesto nacional.