Como presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Fabián Ríos es uno de los que encabeza las discusiones que se desarrollan en el plenario de cuatro comisiones que analizan la ley de Servicios Audiovisuales en ese Cuerpo. Como representante del oficialismo, descuenta la aprobación del proyecto tal cual llegó de Diputados, pero rechaza enfáticamente las modificaciones que se hacen particularmente a dos artículos.

Respecto a uno de ellos, el que da un plazo para la venta de algunos medios, argumentó que los tiempos no son tan breves como se especula desde la oposición y los medios involucrados.

En diálogo con Semanario Parlamentario durante un cuarto intermedio del desarrollo de las audiencias que se realizan en el Salón Azul, el ex candidato a gobernador correntino comparó la discusión de la ley de Medios con la que se hizo sobre la resolución 125.

– ¿Cómo ve el escenario que se presenta para la ley de Medios en el Senado, luego de su polémico paso por Diputados?

– Es polémico, pero por la temática que trata y los intereses involucrados, propone un escenario de vedettismo muy alto. Hoy hay empresas que están defendiendo sus intereses, legítimos o no, pero que los están defendiendo y le proponen un escenario de exposición pública muy alto que nadie pretende rechazar, así que creo que el debate va a ser altamente encendido.

– ¿Y cómo se va a seguir debatiendo esto?

– Estamos haciendo una larga discusión, sesionando mañana y tarde, para garantizar que todos aquellos senadores que quiera proponer a alguien a dar exposiciones venga y lo haga.

– ¿En qué cambiaron las cosas, porque primero iban a ser dos comisiones a las que se iba a girar el tema y luego se amplió a cuatro?

– Cambió en el hecho de que lo que queríamos hacer era arrancar con el fondo de la cuestión, que es la ley, porque sino nos íbamos a pasar una semana discutiendo las formas. El trámite en el Senado no va a ser como algunos bautizaron “express”. Venimos tratando el tema en el plenario de comisiones y tampoco fue allí una discusión limitada, pese a que se tergiversaron los términos. Cuando discutimos la resolución 125, el plenario lo conformaron solamente dos comisiones; sin embargo tenían total libertad, participaron todos los senadores que quisiesen para estar presentes, para proponer invitados, para hacer preguntas… Por lo tanto, en el Senado no se puede decir que porque hayan sido dos las comisiones cabeceras la discusión fuese a ser limitada. Ahora fueron cuatro comisiones y todos los senadores han podido estar presentes, todos han podido proponer invitados, para que se garantice la mayor transparencia y amplitud en la discusión. Pero que la llevemos adelante.

– De hecho, ambas cámaras tienen un accionar independiente y el Senado siempre ha actuado de otra forma, como pasó con la resolución 125.

– Sí, hemos sido abiertos y amplios; lo que no nos pueden pedir…

– ¿La oposición?

– La oposición ni los medios que estén involucrados en este tema, es que las posiciones de consenso sean decirles siempre que sí a ellos. Esta no puede ser una posición de consenso. Hay cosas en las que uno puede estar de acuerdo y otras en las que no estamos de acuerdo. Cuando hay posiciones en las que uno no está de acuerdo, prima el criterio de los votos. Esto debería ser así en una conducta democrática.

– Por lo que uno ve en el proyecto, hay dos temas conflictivos, para la oposición y para algunos miembros del oficialismo incluso, que son la autoridad de aplicación y el plazo para vender los medios.

– Yo creo que se pone en un plano de exageración el tema del plazo. Del texto de la ley surge que la ley empieza a ser implementada cuando esté la autoridad de aplicación conformada. Conformar esa autoridad de aplicación no es fácil; hay representantes de diferentes sectores, hay representantes parlamentarios que se tienen que consensuar; una vez que esté conformada la autoridad de aplicación, se tienen que establecer los reglamentos sobre la base en la cual se va a hacer la desinversión.

– ¿Cuánto tiempo va a llevar eso, un año?

– No un año, pero va a llevar sus meses la conformación de la autoridad, y que ésta reglamente el proceso de desinversión. Una vez que estos elementos estén en funciones, recién va a empezar a correr el plazo de un año. Con lo cual me parece que lo que se está diciendo, de que una vez que esté en vigencia la ley a partir de ese día hay que empezar a contar 365 días para desinvertir, no es así, ni mucho menos.

– Porque hasta ahora se dijo que ni bien se aprobara el tema comenzaba a regir ese plazo…

– Lo primero que tiene que conformarse es la autoridad de aplicación, que es un órgano colegiado donde actúan el Congreso, sectores de los medios, el Poder Ejecutivo, que tienen que seleccionar a las personas que los van a representar. El texto de la ley dice claramente que una vez establecidos los mecanismos, la desinversión deberá producirse en el plazo de un año. También entonces la autoridad de aplicación tiene que dictar los mecanismos de desinversión para después empezar a ponerlos en práctica. Entonces, el proceso es más largo que un año. Unos cuantos meses más que un año.

– Muchos sectores de la oposición dicen que muchos medios van a ser repartidos entre los amigos del Gobierno, y que en consecuencia no va a haber tanta libertad, porque va a haber que alinearse con el Ejecutivo.

-Yo tengo un par de visiones respecto de esto. Lo primero es que sinceramente tengo que criticar la forma como se expresan algunos líderes de la oposición hablando del término de la profundidad del debate. Yo soy tan respetuoso de un debate que se haga con los representantes de los medios, con los dueños de los multimedios de Corrientes como los que realizan los de la Capital Federal. Estoy en desacuerdo con esto de que parece que si el debate no se realiza acá en la Ciudad de Buenos Aires, es intrascendente, o no es profundo. Este debate se viene haciendo en el interior del país hace mucho tiempo. Cuando se hizo la primera presentación y discusión de la ley a través del Comfer en Resistencia; fue la primera vez que recibí en una reunión a propietarios de televisión por cable independientes del interior del Chaco y de Corrientes, que me plantearon la extrema dificultad en que se ponían si las telefónicas entraban en el sistema. Esta discusión de las telefónicas arrancó hace muchos meses, pero pareciera que fue motivo de escándalo cuando en Buenos Aires se enteraron de que había problemas con las telefónicas. Este país en algún momento tiene que igualar: vale la opinión de un propietario de un multimedio de cualquier lugar del país como los propietarios de un multimedio concentrado de la Capital Federal. Me parece que en ese sentido hay una cierta falta de respeto respecto de la discusión que tuvo esta ley. Esta ley no se está discutiendo solamente en el Congreso, viene de casi un año de discusiones; no es el proyecto del Poder Ejecutivo, es un proyecto donde ya han opinado muchísimos actores. Decir que los sectores sociales que quieren tener acceso a los medios de comunicación son los amigos del Gobierno, es como mínimo una falta de respeto. Hay sectores sociales, hay organizaciones sociales, iglesias de diferentes credos, que tienen interés en poder ser partícipes de su acceso a los medios de comunicación y que lo ven imposibilitado, que no son amigos del Gobierno y que sin embargo opinan favorablemente en esta ley… Acá hay muchos más actores que solamente los propietarios de dos multimedios en la República Argentina. Hay otros actores que tienen juego, que tienen derecho a la comunicación, que tienen derecho a ser propietarios de un medio y no ser aplastados por los pooles que monopolizan la información en la Argentina… Hay muchas cosas más en juego que solamente la opinión que hoy en definitiva se vuelca a la sociedad, porque existe un monopolio de la información que se vuelca a la sociedad.