Otro de los que persistían las dudas era el senador Ramón Saadi, quien las disipó con un duro discurso en el que arrancó recordando a su padre, ex gobernador y senador nacional, y la defensa de los perseguidos durante la dictadura que siempre eso. Pero fundamentalmente se dedicó a fustigar al Grupo Clarín y otros medios por el tratamiento que le dieron durante el caso María Soledad Morales, aunque aclaró al final que no lo animaban ánimos revanchistas.

Tras recordar a su padre, Vicente Leónides, como “uno de los pocos que se hizo sentir en los momentos más dramáticos de la dictadura”, definió a la ley de la dictadura como “un instrumento apuntalado por el autoritarismo y la represión que debe ser cambiado”.

“En mi provincia este senador y el peronismo han sido estigmatizados por la prensa”, remarcó al comenzar a ocuparse de los medios, aunque también se ocupó del gobierno radical actual en Catamarca. De hecho, disparó que “este gobierno ha sido el más corrupto de la provincia y cualquiera lo puede comprobar”.

La emprendió también contra el diario local El Ancasti, y particularmente contra su director, de quien dijo que “cuando la libertad de prensa es afectada a él no le interesa porque trabaja para sus intereses económicos”, y añadió que en su provincia “los opositores no tienen espacio alguno para expresar su padecer. ¿Esto es peridosimo? ¿Esto puede ser defendido por ADEPA?”, se preguntó, atendiendo de paso a la asociación de prensa.

“Todos los días invariablemente leo denuncias periodísticas catastróficas, por eso la inmensa mayoría de los trabajadores de la prensa está a favor de la ley que estamos tratando aquí”, aseguró, diciendo que “los únicos que ejercen presiones y amenazan con represalias son esos mismos propietarios… Hasta los hacen pelear en vivo a los periodistas con los representantes del oficialismo”.

A continuación recordó cuando su provincia fue intervenida y él era gobernador y en tal sentido sostuvo que “aprovecharon políticamente de la manera más vil” el caso del asesinato de María Soledad Morales, interpretando que “de esta forma se tapaba el origen central: la entrega de la minería a libro cerrado, que es un negociado y el hecho de corrupción más grande de la Argentina que los medios guardan un silencio de complicidado”.

“Me tocó sufrir como gobernador en carne propia la prédica sin límites de la prensa”, aseguró luego, para apuntar hacia Clarín, diario que, dijo, dedicó infinidad de páginas y tapas al “tema Catamarca, y más de mil doble páginas, también replicando información falsa y tergiversada”.

“Las mentiras que se transmiten en todo el país eran acompañadas por la aparición de denuncias y causas judiciales en mi contra”, agregó.

Le pegó también al diario La Nación, respecto al cual dijo que este mismo viernes puso en duda cuál sería el sentido de su voto, afirmando que estaría conversando con el Gobierno nacional para en las elecciones del Partido Justicialista de marzo del año que viene me ayudaran para ganar las internas.

Al respecto dijo que “no necesito ayuda de nadie y con el compañero Luis Barrionuevo estamos trabajando en forma conjunta para desalojar al gobierno radical que tiene ya 20 años de duración y nos ha llevado a momentos de mucha pobreza, a pesar de recibir ayuda del gobierno de la Nación”.

“¿En qué quedaron aquellas causas? En la nada -aseguró-. En todas y cada una fui sobreseído total y absolutamente y la conclusión es que se trataba de basura política”. Empero, se quejó porque esos medios nacionales a los que aludía “jamás aclararon que este senador fue sobreseído en todas las causas. ¿Esta es la prensa seria e imparcial que destaca la libertad de expresión como discurso propagandístico, o es el oscuro negocio del lucro a toda costa?”

Dijo que los medios hicieron del juicio por María Soledad un fusilamiento público y que “los medios de prensa actuaron como una verdadera corporación conducida desde Buenos Aires”. Apuntó que en esa época el Grupo Clarín fundó TN, al que definió como “cabecera de playa del ataque mediático”.

Definió a su provincia como “emporio de la corrupción” y afirmó que es “la provincia que más dinero público recibió estos años. ¿Esta es la prensa independiente de la democracia? Seguro que no lo es”.

Citó a Clarín, La Nación y La Voz del Interior, diciendo que “tiene los mismos dueños” y volvió al pasado asegurando que por esas “causas inventadas, en 1995 no pude jurar como senador nacional por Catamarca, a pesar que había sido nominado por mi querida provincia. ¿Qué se argumentó para impedir mi nombramiento? Inhabilidad moral a raíz de las causas judiciales”.

Apuntó hacia el presidente de la Cámara de Senadores en 1995, en alusión al entonces vicepresidente Carlos Ruckauf, como el principal objetor de su jura, lo cual interpretó como “un claro atentado contra la democracia”, y se quejó porque “tampoco por este tema hubo reparación alguna del honor”.

“Dirán que exagero, pero espero que nunca caigan bajo las garras de estos grupos”, señaló luego, pese a lo cual dijo que no me guía el interés subalterno alguno, ni un ánimo revanchista”, señalando en cambio que “los monopolios no son buenos para la democracia”.

“Esta ley seguramente pondrá las cosas en su lugar y el principal órgano de aplicación será la propia ciudadanía”, señaló cuando su colega radical Alfredo Martínez pidió una interrupción, para señalar que como Saadi había hecho varias afirmaciones referidas a su partido, le pedía ser concreto, o “tratar de llevar esto por mejores caminos, para no pedir cuestiones de privilegio. No dejemos cuestiones en el aire, como que fue una conspiración de la Unión Cívica Radical”, le pidió, sugiriendo “ser cuidadosos en el uso de la palabra”.