Las facturas de Ramón

Mucho se especuló respecto del voto del senador Ramón Saadi en la Ley de Medios y recién cuando el catamarqueño dio su discurso develó el misterio. Y de paso, se cobró las facturas que parece ser que tenía atragantadas desde hace rato. Aunque algunas eran recientes, como la que le pasó a su colega María Eugenia Estenssoro, para quien pidió una cuestión de privilegio en plena sesión por haber ejemplificado contra el proyecto oficial con el caso sucedido en Catamarca con María Soledad Morales.

Después trajo facturas que guardaba desde hace veinte años, respecto del caso María Soledad Morales, y las pasó fundamentalmente contra el Grupo Clarín, aunque en su paso cuestionó a otros medios como los diarios La Nación y La Voz del Interior. Eso sí, en ningún momento nombró a María Soledad, a quien se refirió tan solo como “la joven estudiante”.

Sobre ese punto recogió más tarde el guante el radical Roy Nickisch, quien terminó su discurso aludiendo a Saadi, a quien recordó que “la joven de la que él habla y no nombra es María Soledad”.

Corregido vs. La Nación

En un debate sobre los medios, era lógico que muchos se refirieran a diarios, canales y radios. La senadora Elena Corregido trajo a colación, sobre el final del debate, un tema puntual registrado ese mismo día. Pidió la palabra para plantear algo que, dijo, la tenía “fatigada moralmente”. Se quejó porque el portal del diario La Nación puso en su boca “mentiras”, según expresó. “Acá se habla mucho de la verdad y ellos están mintiendo”, sostuvo, asegurando que -según le habían comentado algunos compañeros de su provincia- habían puesto en su boca la opinión de otros senadores.

“Invito a los medios para que me consulten cuando quieran saber mi opinión”, replicó la senadora chaqueña, enfatizando que ella votaba según sus convicciones. ¿Qué habrán dicho que decían?…

Adiós al amigo

No es común que los legisladores prodiguen elogios hacia referentes de bancadas adversarias, y menos en un debate tan caliente como el de la Ley de Medios. Sin embargo, nada menos que en la alocución que cerró los planteos de la oposición, el jefe del radicalismo senatorial, Ernesto Sanz, no ahorró ponderaciones hacia Fabián Ríos, de quien lamentó que a fin de año concluya su mandato.

“Quiero decirle públicamente que lo vamos a extrañar, que yo lo voy a extrañar, porque en los últimos tiempos ha sido un ejemplo de cordura parlamentaria”, señaló el senador mendocino en referencia a expresiones del correntino vertidas en su discurso. Y no lo elogió una sola vez y da manera tangencial, sino que lo ponderó tres veces en su exposición.

Menos mal que no es rencoroso

Decíamos que Ramón Saadi se despachó con todo contra medios y personas contra quienes tiene cuestiones atragantadas desde hace rato -también le pegó a Carlos Ruckauf, por haber obturado en 1995 su acceso al Senado, en su condición de titular de la Cámara alta-. Pero eso sí, sobre el final, cuando no le quedaba nadie por “atender”, dijo: “No me guía interés subalterno alguno ni un ánimo revanchista”. Menos mal que lo aclaró, porque sino no se hubiera notado…

La vez que Cobos coincidió con el oficialismo

El diccionario le jugó una mala pasada al oficialismo, y su deseo de colaborar, al propio vicepresidente Cobos. Fue cuando María Eugenia Estenssoro, sabiendo perfectamente hacia donde iba su pregunta, dijo: “Respecto del artículo 47,¿qué es lo que se entiende por “bianual”? No sé si el miembro informante podrá dar cuenta de esta inquietud, que además ha sido bastante criticada, respecto de renovar licencias cada dos años. Me gustaría saber qué es lo que entiende el oficialismo por un informe bianual”.

Apurado por un debate que llevaba ya casi veinte horas, el propio Cobos respondió: “Que es cada dos años”, lo que desató una ola de correcciones desde la oposición, que le hizo pagar su condición de “metido”. Entonces le pasó la brasa a Nicolás Fernández que, muy suelto de cuerpo, respondió lo mismo: “Es cada dos años; exactamente”. Satisfecha por haber atrapado al oficialismo en un renuncio, Estenssoro repuso: “¿Cada dos años? Porque acá tengo la definición de la Real Academia Española y dice que bianual es un adjetivo ‘que ocurre dos veces al año’”.

Pero no le dieron bolilla. Más adelante, como el tema quedó en el aire y seguían sin encontrarle solución, Juan Carlos Marino apeló a la ironía: “¡Por ahí pueden proponer que se modifique en el Diccionario de la Real Academia Española, que por ahí está equivocado!”. Y, en una de esas…

¡La hora, referí!

Como indica la Ley de Murphy, si algo no debe fallar, fallará. Y si es posible, en el peor momento. Tras votarse la última tanda de artículos, cuando todos los senadores estaban agazapados para irse de una vez, se votó y se armó el desbande. Pero hubo que salir a buscar a todos porque se había roto el tablero. Y no hubo caso para solucionar la situación. “Hay que votar de nuevo, se empacó la máquina”, explicó el presidente Cobos.

Pasó el rato, no le encontraban la vuelta al tema y Cobos insistió entre risas: “No manejamos los medios, pero el horario sí”. Al final, se votó a viva voz. Y terminó la sesión, diez minutos más tarde, con el sol ya despuntando fuera del Palacio.