Habrá que ver si el peronismo disidente decide recurrir a la Justicia Electoral para evitar la asunción de Julio Ledesma, pero probablemente no lo haga porque ya sabe que no le resulta. Es que cuando en 2005, un mes antes de asumir Eduardo Lorenzo Borocotó en su banca se fotografió junto a Néstor Kirchner, a cuyo despacho llegó de la mano de Alberto Fernández, oficializando su pase al kirchnerismo, las protestas quedaron en la nada.

Ahora repite la situación con el caso de Julio Ledesma, quien ganó un lugar en el Congreso el 28 de junio pasado, pero ya no ocupará un lugar en la bancada para la cual fue electo, ya que acaban de echarlo de Unión PRO.

En su momento, para el caso Borocotó, los apoderados del macrismo impugnaron judicialmente ante la jueza con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría, el pase a las filas del kirchnerismo. Un pase presentado en sociedad el miércoles 9 de noviembre de 2005 en la Casa Rosada, pocas semanas después de que Borocotó resultara electo en una lista donde no ocupaba un lugar marginal, sino nada menos que el segundo, detrás del propio Mauricio Macri.

En el recurso de amparo, el partido PRO habló de “felonía”, “traición”, “herida ética”, “verdadera estafa al pueblo”, “acto vil” y “prevaricato de ideas”, para definir la actitud del entonces médico mediático. Más concreto, por esos días Horacio Rodríguez Larreta prefirió no hacer leña del árbol borocotizado, al decir que “la culpa no es del chancho sino de quien le da de comer”, en referencia al jefe de Gabinete Alberto Fernández, y al presidente Néstor Kirchner.

Por entonces, la jueza Servini de Cubría calificó la situación de “inédita”, no sólo porque el diputado electo no había asumido aún, sino porque no estaba concluido el escrutinio definido y, por lo tanto, no se habían consagrado las listas ganadoras. Se habló de “malversación del voto”, pero en definitiva no hubo ninguna resolución legal que alejara a Borocotó de su banca.

En los hechos, Borocotó no integró nunca formalmente la bancada del Frente para la Victoria, sino que formó un bloque unipersonal que apoyó eso sí siempre los intereses el kirchnerismo. Y en definitiva, su actitud no se diferenció mucho de las de otros legisladores que llegaron por un sector y terminaron cambiándose de bloque. La gran diferencia que distinguió al caso del médico televisivo fue que lo hizo aún antes de asumir.

Como sucederá con Julio Ledesma, aunque en este caso el legislador ya es diputado, y el cambio de bloque ya se registra en los hechos.

En definitiva, no hará más que repetir lo que ya ha hecho él mismo. Es que el hombre de La Matanza resultó electo en las listas del Frente para la Victoria en 2004, en las mismas elecciones citadas que consagraron diputado a Borocotó, pero en distinto distrito. Ledesma quedó en lista de espera y recién pudo llegar a su banca dos años más tarde, luego de que varios de los que lo antecedían hubieran renunciado para asumir cargos ejecutivos. El lo hizo en lugar de la hoy intendenta de Luján Graciela Rosso. Y al asumir, como hará el 10 de diciembre, no se sentó junto a sus compañeros de lista, sino con quienes había tejido un acuerdo en el término de los dos años transcurridos.

Ahora sucederá lo mismo: electo en el sexto lugar de la lista de Unión PRO en la provincia de Buenos Aires, Ledesma se pasará al oficialismo.