El Gobierno está acelerando las negociaciones económicas externas. El objetivo es tener hacia noviembre un esquema diagramado para darle una solución a los acreedores que no ingresaron al canje de 2005, al Club de París y buscar un convenio con el Fondo Monetario Internacional.

Según comentaron fuentes de Casa de Gobierno y del Ministerio de Economía, en los próximos días los integrantes del equipo económico que conduce Amado Boudou estarán abocados a darles los retoques finales al proyecto de ley para reabrir el canje cerrado en 2005.

Con esta iniciativa se puede llevar adelante la propuesta realizada por un grupo de bancos para que la Argentina termine de acordar con los holdouts y, a la vez, recibir dinero fresco por un monto cercano a 1.000 millones de dólares.

Paralelamente, se espera que a principios de noviembre las conversaciones que siguen manteniendo los integrantes del gabinete económico con funcionarios del FMI permita errar un acuerdo para la famosa revisión que impone la entidad en su artículo cuarto.

A su vez, se sigue trabajando con los representantes de los gobiernos que integran el Club de París. En forma paralela, una vez que se pueda concretar un convenio con el FMI, el Gobierno estima que hacia fin de año podría estar concluyendo un acuerdo global con el Club de París.

“El objetivo es que con estos pasos que estamos acelerando es lograr que la Argentina vuelva al mercado de capitales a fin de año o, a más tardar, a principios de 2010”, aseguró otra fuente.

El problema esencial radica en la letra chica de lo que se volverá a conversar con el Fondo Monetario en noviembre.

De acuerdo con la opinión de algunos asesores del organismo internacional, el Gobierno argentino no tiene mucho margen como para evitar que haya cuestionamientos a diversos aspectos del funcionamiento de la economía local.

Uno de esos aspectos es el tema de la estadísticas, teniendo en cuenta que el Fondo Monetario ya ha realizado cuestionamientos sobre la veracidad de los datos del índice de precios al consumidor.

Tan es así que son varios los asesores técnicos del Ministerio de Economía que ven como dificultoso el problema de los números oficiales frente a los organismos de crédito.

“Si hay un acuerdo con el FMI, ellos no van a pedir una política determinada, pero sí prepararán los informes correspondientes como hacen con todos los países que integran la entidad. Y si ven números que no condicen con la realidad de la Argentina lo van a decir. Ese es, en definitiva, el mayor obstáculo que tiene el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para cerrar algún tipo de acuerdo”, agregó otro funcionario gubernamental.