Dando por sentado que el oficialismo logrará aprobar el proyecto que envíe al Parlamento, la diputada electa Elisa Carrió minimizó esa alternativa que consideró un "entretenimiento" para los dirigentes.
La líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, no anduvo con vueltas respecto de la reforma política que el Gobierno enviará al Parlamento y se propone aprobar, según voceros legislativos, antes del 10 de diciembre. “Que hagan lo que quieran con la reforma política, que nosotros el año que viene la vamos a cambiar”, señaló la dirigente.
Carrió advirtió que “cuando el PJ está en crisis siempre saca una ley para llenar páginas de los diarios y entretener a los políticos con las internas”, en el marco de una conferencia de prensa que dio en el Instituto Hannah Arendt.
En tal sentido aclaró que el proyecto para reformar el sistema de elección de candidatos no le preocupa, pero acusó al Gobierno de buscar desviar el foco de atención sobre la pobreza. Al respecto dijo que “lo importante son los pobres, hay que enfrentar la pobreza, hay dinero”.
Asimismo rechazó el proyecto de subsidio universal para la niñez que el Gobierno estudia implementar para combatir la pobreza, señalando que el mismo permitirá la continuidad de prácticas “clientelares”.
Carrió destacó que el subsidio universal debe llegar a “todos los chicos de todas la clases sociales” y no circunscribirse a los pobres, porque sino se tratará de “una trampa clientelística”.
En ese caso, advirtió, “los chicos pobres van a ser esclavos de Kirchner”. Por el contrario, “con un plan universal ningún chico quedará como rehén de un gobernador o intendente”.
