Este martes a las 13, en el Salón Dorado de la Legislatura porteña, el escritor e historiador Mario “Pacho” O’Donnell recibirá la medalla y el diploma de Ciudadano Ilustre, tal como fue aprobado por el Parlamento porteño a partir de una propuesta de la diputada Inés Urdapilleta, presidenta de la Comisión de Cultura de la Legislatura.

Al momento de recibir la distinción, acompañarán a O’ Donnell personalidades del arte y la cultura, como los músicos y compositores Víctor Heredia y Antonio Tarragó Ros, y el actor y director Lito Cruz. También estarán: la psicoanalista Mercedes Moresco, miembro titular de la Asociación Analyse Freudienne de París; la historiadora Araceli Bellota, directora del Museo Histórico de Luján y Juan Carlos Gómez Barinaga, rector de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales.

Además de la presencia de la legisladora Urdapilleta, autora del proyecto para que O’Donnell fuese declarado Ciudadano Ilustre, está prevista la asistencia del diputado Diego Santilli, presidente de la Legislatura de la Ciudad.

Pacho O’Donnell nació en 1941 se recibió de médico especializándose en psiquiatría y psicoanálisis. Incursionó con su pluma en discursos tan diversos como el ensayo científico -publicó libros y artículos de su especialidad-, la ficción narrativa, el teatro, la historia.

Obras como “Copsi”, “La seducción de la hija del portero”, “El tigrecito de Mompracen”,”Las hormigas de Chaplín”, “Doña Leonor los rusos y los yanquis” le aseguraron éxito de ventas y crítica, lo mismo que “Las patrias lejanas”.

Un capítulo aparte merece su producción historiográfica basada en la propuesta de iluminar aspectos ocultos o escamoteados de nuestra historia oficial. Se trata de incursionar en una historia alternativa a la tradicional, que, para O’Donnell, es “liberal, porteñista, oligárquica”. Porque “hay otra narración posible, más nacional, popular, que modifica esa versión”.

Para O’Donnell no hay libros de historia, sino libros de cierta visión histórica. “La historia siempre está teñida de subjetividad; la oficial lo está de arbitrariedad reconocida. La mutilación de la figura de San Martín no es casual; nunca nos enseñaron bien qué pensaba. Y al no saberlo, quedan oscuros aspectos de su vida”, dijo.

El título de su serie “La historia argentina que no nos contaron” nos exime de todo comentario. Es en este marco en el que publicó: “El grito sagrado”, “El águila guerrera”, “El Rey Blanco” y “Los héroes malditos”. Dentro del género biográfico no pueden dejar de mencionarse éxitos como “Juana Azurduy, la teniente coronela”, “Monteagudo, la pasión revolucionaria” y “Juan Manuel de Rosas, el maldito de la historia oficial. Una de sus obras de mayor resonancia internacional, fue “Che, la vida por un mundo mejor”, base del documental “Che, el hombre, el final”, de vasta difusión mundial. “Caudillos federales. El grito del interior” ha alcanzado notable difusión.

Así se explica que no ha sido casual que eligiera, junto con Felipe Pigna, un poema de Mignogna: “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia, quien quiere oír que oiga…” como carátula del programa que ambos tenían en radio.

Además, durante años, O’Donnell se dedicó a la divulgación histórica en los medios masivos: se destacan sus programas en Canal 7 y en Radio Mitre, ambos bajo el nombre de “Historia confidencial”.

Desde allí, el historiador propuso una visión de la historia que no pretende ser objetiva, “por la misma necesidad de corregir, la indignación que produce la deformación de nuestra historia, es poco objetiva”.

Otra faceta del exitoso escritor ha sido la dramaturgia, la que lo llevó a obtener el Primer Premio Municipal y el Premio “Fondo Nacional de las Artes” con su obra “Escarabajos”. También se estrenaron “Lo frío y lo caliente”, “¿Lobo estás?”, “Vincent y los cuervos”, “Van Gogh”, “El sable”, “El encuentro de Guayaquil” y “La tentación”. Editorial Sudamericana ha publicado sus obras teatrales completas.

Como hombre público ocupó los cargos de secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y de la Nación, senador Nacional y embajador en Panamá y en Bolivia.

Párrafo aparte merecen sus aportes legislativos durante el período en fue elegido legislador porteño. Por su “aporte a la literatura hispanoamericana” fue condecorado con la Orden de Isabel la Católica por el Rey Juan Carlos I de España, y distinguido por la República de Francia con las “Palmas Académicas”.