Agustín Rossi confirmó que en caso de que el Gobierno resuelva habilitar la posibilidad de pagarle a los bonistas, el Parlamento se abocará a la modificación de la ley cerrojo.
El Gobierno está a punto de dar marcha atrás con una medida adoptada en tiempos de Néstor Kirchner, allá por febrero de 2005, cuando oficialistas y opositores votaron un proyecto conocido como la ley cerrojo, que le impedía al Gobierno reabrir el canje de bonos para los denominados holdouts.
Se trata de la Ley 26.017, que deberá ser eliminada en caso de que se resuelva reabrir el canje de deuda para llamar a los holdouts que tienen en su poder bonos por un valor de veinte mil millones de dólares más 9.000 millones de intereses.
El titular del bloque oficialista de la Cámara baja, Agustín Rossi, adelantó que en caso de que se resuelva reabrir el canje, el Congreso deberá debatir sobre la derogación de la ley en cuestión.
La ley cerrojo sirvió en su momento para tratar de convencer a los bonistas de que no habría una nueva oportunidad para aceptar el canje, con lo cual se logró una mayor adhesión a la propuesta argentina de lograr una quita del 65 por ciento. En esa oportunidad, el canje fue aceptado por el 76 por ciento de los acreedores, y lo que la administración de Cristina Fernández pretende ahora que los bonistas que no aceptaron en esa oportunidad, acepten una nueva propuesta.
Empero, esa propuesta sería con una quita del 70 por ciento, según trascendió.
En el Palacio de Hacienda sostienen que la oferta a los holdouts será una nueva operación, totalmente distinta a la que se efectuó en 2005, por lo que no implica reapertura alguna del canje anterior.
