Por Eleodoro Dof

Parece cuento pero es realidad. A pesar de los 1000 números de Parlamentario. nunca este medio especializado pudo hacer una cobertura periodística de una discusión central de la República, el trámite parlamentario de una ley marco sobre Coparticipación Federal de Impuestos que reemplace al actual Régimen Transitorio de Distribución entre la Nación y las provincias.

Legisladores oficialistas y de la oposición creen que sin una discusión de fondo sobre Coparticipación la provincia de Buenos Aires, el principal distrito de la República se torna “inviable”. Algunos creen que no necesariamente una nueva “ley convenio” resuelve el problema, pero si consideran que con el actual esquema de Coparticipación primaria es un “límite mortal” para la administración bonaerense. Es cosa señalada que sin independencia económica no hay soberanía política.

No es un tema que esté fuera de agenda. Es de estricta vigencia. No existe dirigente político opositor que no mencione el tema, máxime sí tenemos en cuenta el desarrollo del actual período legislativo, con los presupuestos 2010 en trámite parlamentario tanto en el Congreso de la Nación como en la Legislatura bonaerense.

Historia. La última vez que se discutió el tema en el Congreso de la Nación fue en enero de 1988 donde surgió la actual ley de Coparticipación 23.548 y, de esta forma, se sepultó el decreto Ley 20.221 y sus modificatorias, legislación surgida del régimen dictatorial que se impuso en el interregno 1976/1983. La 23.548 es la primera y única ley de Coparticipación de la democracia, con características originales en su fundamento federalista.

Al tratarse de una ley convenio resultaba necesario que la provincia de Buenos Aires, así como las demás, adhiera a esta normativa para que sea efectiva, algo que ocurrió en junio de 1988, cuando ambas Cámaras legislativas adhirieron a la ley nacional.

Cuando se inicia el período democrático, el decreto ley de la Junta Militar, que tenía consignado su vencimiento el 31 de diciembre de 1984, estipulaba un 28,5 % de participación secundaria para la provincia de Buenos Aires, pero una reforma tributaria realiza en 1980 bajó de tal forma la masa de coparticipación primaria que descalabró el sistema mismo. De cada 100 pesos que recaudaba la Nación sólo 13 pesos se repartían en las provincias.

La provincia de Buenos Aires, según el diputado Eduardo Santín, miembro informante de la bancada de la UCR en el debate de 1988, en la Legislatura provincial, “entre 1983 y 1985, en teoría recibía (Buenos Aires) el 28,5 %, pero en la realidad ese porcentaje bajaba a un 17 %” de participación secundaria en la Coparticipación.

Desde 1985 a 1987 no hubo ley de Coparticipación, sólo convenios financieros transitorios en los cuales la provincia de Buenos Aires “hizo expresas reservas y protestas” dado el bajo nivel de participación, siempre en su participación secundaria. La ley sancionada en enero del ’88 en el Congreso -y a la cual los bonaerenses adhirieron por unanimidad de las bancadas del PJ y la UCR en junio de ese año- fijó una participación secundaria de 21,5 % para la Provincia. “Hoy es posible que también en la provincia de Buenos Aires nos pongamos de pie porque tenemos una mejor ley de Coparticipación Federal de Impuesto”, dijo para fijar posición el miembro informante de la bancada del PJ, que adelantó el voto positivo de la misma, Roberto Fernandino, en el recinto de la Cámara baja.

Pasaron 21 años de aquel debate histórico -tanto en el Congreso como en la Legislatura provincial, realizado con las nuevas conformaciones de las Cámaras luego de la histórica derrota propiciada por el peronismo renovador al alfonsinismo- donde se expuso con claridad meridiana al avance respecto de la legislación existente, pero también en ese mismo debate, surgió un tibio reclamo de una mayor participación de la Provincia.

En el debate, el radical Santín dijo que “el 24 % de participación secundaria era el nivel que reclamaba la anterior gestión y creemos, los hombres de esta bancada, que ese es el nivel que debemos seguir peleando, todos juntos”. “No será óptima” afirmó en el recinto el peronista Fernandino y aclaró “pero tenemos una ley”.

Verdad o mito

En la actualidad, el dato histórico pasó a ser secundario y el mito parece imponerse. La paradoja del destino quiso que el gobernador Alejandro Armendáriz fuera, poco a poco, señalado, años después, y a modo de defensa de los legisladores oficialistas y funcionarios de turno, siempre encuadrados dentro del universo PJ, como el principal responsable de la pérdida de “seis puntos” de participación secundaria en la masa primara de coparticipación. El gobernador radical, prácticamente, no tuvo ley de Coparticipación durante todo su mandato.

Varios testimonios existen, de diversos talantes, para dar cuenta de esta imputación. Por caso: “el motivo esencial de esta crisis endémica en la Provincia es la actitud que tuvo un Gobierno provincial, que cedió seis puntos de coparticipación al Gobierno nacional”, dijo recientemente el diputado peronista Alfredo Antonuccio -un legislador respetado por todos-, quien además afirmó que “creo que hay una actitud de negación del pasado reciente de la Provincia que condenó a los bonaerenses a perder seis puntos de Coparticipación. Eso lo llevó adelante el gobierno radical, de Armendáriz exactamente, cuando este país lo gobernaba Raúl Alfonsín”.

El actual diputado radical Juan Gobbi sostiene que “el mito que Armendáriz resignó seis puntos de coparticipación sólo sirve para tratar de tapar la incapacidad del oficialismo para discutir una mejor participación en la renta nacional” y aclaró que “la vedad histórica indica que Armendáriz no resignó 6 puntos, simplemente porque no tenía ley de coparticipación pero además fue quien firmó en disidencia el acuerdo entre las provincias, lo cual sirvió para que luego la Provincia obtuviera el 21,5 en lugar del 19,93 de participación secundaria”.

Debate actual

La sexta cláusula de las Disposiciones Transitorias de la Constitución Nacional, reformada en 1994, expresa que “un régimen de Coparticipación conforme a lo dispuesto en el inc. 2 del art. 75 y la reglamentación del organismo fiscal federal, serán establecidos antes de la finalización del año 1996; la distribución de competencias, servicios y funciones vigentes a la sanción de esta reforma, no podrá modificarse sin la aprobación de la provincia interesada; tampoco podrá modificarse en desmedro de las provincias la distribución de recursos vigente a la sanción de esta reforma y en ambos casos hasta el dictado del mencionado régimen de Coparticipación”.

“La presente cláusula no afecta los reclamos administrativos o judiciales en trámite originados por diferencias por distribución de competencias, servicios, funciones o recursos entre la Nación y las provincias”, se aclara en la cláusula constitucional.

No obstante, la agenda que intenta imponer la discusión política provincial en la actualidad no se encamina hacia un nuevo régimen de Coparticipación. Oficialistas y opositores se han resignado a la imposibilidad de avanzar en ese sentido, pero intentan caminos alternativos para aumentar la “participación primaria” de las provincias, es decir, tratando de aumentar la masa coparticipable a repartir entre todas las provincias según el viejo esquema de participación secundaria. Los legisladores provinciales, tanto del oficialismo como del arco opositor coinciden en que el 15 % que se deriva al ANSES de la Coparticipación primaria no tiene razón de ser en las actuales circunstancias, diferentes a las que le dieron origen a la ley que lo establece. Además reclaman un mayor porcentaje de IVA, débitos bancarios y retenciones.

Por otro lado, los bonaerenses reclaman puntualmente que se vuelva al original 10 % del Impuesto a las Ganancias para la provincia. En la actualidad la provincia de Buenos Aires participa con un monto congelado de 650 millones. El 10 % de ganancia equivaldría a unos 5.900 millones de pesos en el presente año, es decir unos 5.250 millones más. Córdoba y Santa Fe no tienen congelada su participación, repiten los bonaerenses. Ante la imposibilidad de volver al 10 %, el reclamo está virando para que ganancia vaya directamente a la masa primaria y se reparta por los índices de participación secundaria.