Una histórica polémica social vuelve a discutirse en la Cámara baja. La unión civil de parejas del mismo sexo será el tema central a debatirse en la reunión de las comisiones de Legislación General y de Familia de Diputados.
Una vez más volverá a debatirse este jueves en un plenario de comisiones de Diputados la posibilidad de que las parejas del mismo sexo contraigan matrimonio bajo el amparo del Código Cívil.
Con este objetivo, se deberá modificar este código por la cual se reunirán las comisiones de Legislación General -presidida por Vilma Ibarra- y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia -liderada por Juliana Di Tullio- comenzarán a discutir dos iniciativas que habilitan el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Una de las iniciativas pertenece a la jefa de bloque del PS, Silvia Augsburger, y la otra es impulsada por la diputada aliada Vilma Ibarra, de Encuentro Popular y Social.
Los proyectos de ley que se analizarán en el plenario buscan cambiar el 172 del Código Civil, en donde dice “hombre y mujer” se colocará el término “contrayentes”.
A partir de esto, el polémico artículo quedaría redactado: “Es indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado personalmente por los contrayentes ante la autoridad competente para celebrarlo. El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”.
Durante el primer encuentro para abordar las iniciativas participarán Roberto Saba, especialista en derecho constitucional y derechos humanos y rector de la Universidad de Palermo; Andrés Gil Domínguez, especialista en derecho constitucional; la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGBT); la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), entre otros.
Según el argumento de la iniciativa de Ibarra, la iniciativa tiene por objeto reconocerles a las personas “la libertad de elegir con quién asumir los compromisos de la convivencia en pareja, regulada en la institución jurídica y laica del matrimonio, otorgando entonces iguales derechos y obligaciones con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de distinto sexo”.
Por su parte, Ibarra aseguró que “consagrar la igualdad de status civil jurídico social en la institución del matrimonio a todas las personas no sólo implica un desagravio a sectores sociales que han sido y siguen siendo marginados y perseguidos, sino que es fundamentalmente una conquista real y simbólica para toda la sociedad”.
