En el medio del escándalo generado en torno a las escuchas telefónicas que amenaza seriamente el destino de la todavía nonata Policía Metropolitana, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, resolvió poner a un diputado nacional al frente de la misma.

En el marco de un encuentro que el titular del Ejecutivo porteño mantuvo con su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, se acordó quitarle un argumento a la oposición y descomprimir con la designación de un civil la situación altamente conflictiva a partir de las escuchas de Ciro James y todo lo que rodeó a la designación de “Fino” Palacios.

Según pudo saberse, la designación de Burzaco no cayó bien en Montenegro, quien desde un primer momento no estuvo de acuerdo en que un civil estuviera a cargo de la Policía Metropolitana.

Recordemos que Burzaco era la figura que se manejaba como casi seguro titular del Ministerio de Justicia que ocupa el propio Montenegro, aunque luego Macri optó por este ex juez ligado a quien fuera su vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti. Burzaco había sido siempre su asesor en temas de seguridad.