“Moyano quiere controlar también a los que no tienen trabajo. Es un acuerdo con el peor sindicalismo de la Argentina y la Presidenta, para tener como esclavos a los beneficiarios”, interpretó la diputada nacional electa Elisa Carrió en referencia a los anuncios oficiales sobre asignaciones familiares.

Carrió encabezó una conferencia de prensa en la sede de Rivadavia al 1800, donde se quejó porque los fondos que sustentarán el plan del Gobierno provienen de recursos jubilatorios y no de un impuesto a la renta financiera.

Autora del proyecto original de universalización de las asignaciones para la niñez, Carrió aclaró de todos modos que representaba “una enorme alegría que el Gobierno reconozca que hay niños pobres”. Señaló en tal sentido que “la Presidenta retomó la única senda que la política puede tomar y que le importa a la sociedad, que es el primer punto de coincidencia de la oposición que es el ingreso universal por hijo”.

Empero, advirtió sobre la trampa que a su juicio encierra el anuncio: “El Poder Ejecutivo no quiere discutir en el Parlamento y manda un decreto. Porque este es el proyecto de Recalde y Moyano para mediar políticamente con el plan”, dijo.

Según Carrió, el proyecto “debe ir a todos los niños argentinos porque de la manera en que lo propone el Gobierno, se mantiene el clientelismo, que es la esclavitud política”.