La oposición trabaja activamente para recuperar posiciones a partir del recambio legislativo que se dará el próximo 10 de diciembre. Así es que a poco más de un mes de la fecha clave, el peronismo disidente mantuvo un encuentro en un hotel de esta capital en el que diputados de todo el país acordaron formar un solo bloque cuyo número será más que respetable, cuestión de poder reclamar lugares de importancia en la conducción de la Cámara, como podría garantizarles su condición de tercera minoría.

Es que el número que reúnen suma casi cuarenta diputados y con ello quedarán detrás del kirchnerismo y el radicalismo, pero por arriba de la Coalición Cívica-ARI.

Con ello, irán por las posiciones que estarán en disputa a partir de la próxima conformación. Exceptuando la presidencia y vicepresidencia primera de la Cámara baja, y las presidencias de las principales comisiones, que el oficialismo no piensa ceder, intentarán disputar lo que resta.

Entre las figuras que participaron del cónclave figuran Francisco de Narváez, Felipe Solá, Jorge Obeid, Ramón Puerta y Cristina Cremer de Busti, referentes cada uno de diferentes sectores del peronismo anti-K, que convergerá como se ve en una misma bancada.

Resta ahora saber si al número que hoy por hoy asciende a 36, se sumarán los tres cordobeses, o trabajarán separados, lo cual se resolverá en una nueva reunión que tendrá lugar este jueves.

Es todavía una incógnita qué sucederá con los diputados chubutenses, que recientemente se separaron del bloque oficialista, pero todo indica que harán “rancho aparte”, por diferencias de su líder, el gobernador Mario Das Neves, con los referentes del peronismo disidente unificado.

Entre los 36 diputados seguros que estamos contando no estamos sumando a los representantes del PRO, que de todos modos trabajarían en forma conjunta con el “Peronismo Federal”, pero a modo de interbloque.