A partir del 31 de diciembre de este año se prohibiría la fabricación, venta y distribución de termómetros y tensiómetros que contengan mercurio en la provincia de Buenos Aires, si el Senado bonaerense sanciona en ley en los próximos días un proyecto aprobado en la Cámara baja de la provincia de Buenos Aires.

La iniciativa pertenece al diputado bonaerense del GEN, Juan Carlos Juárez, luego de un trabajo realizado por le ONG Salud sin Daño para eliminar el mercurio de la medicina por el riesgo que implica para el medio ambiente y la población.

De prosperar el proyecto, el Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires deberá confeccionar un registro de las firmas que producen termómetros y tensiómetros que no utilicen mercurio, con la finalidad de orientar las compras de los hospitales públicos y de los prestadores de salud del sector privado.

También prevé la realización de un inventario de los insumos, reactivos químicos y dispositivos médicos que contengan mercurio y que puedan de ser reemplazados gradualmente por otro tipo que garanticen, como mínimo, la misma eficacia. El tiempo estipulado para el cambio es de 10 años.

“Los estudios realizados por distintos organismos han demostrado que es posible ir reemplazando gradualmente los insumos y dispositivos médicos que contienen mercurio, por otros menos contaminantes, que brindan la mismas prestaciones con calidad y exactitud similares y sin incrementar los costos”, destacó Juárez.

Entre los dos elementos que no podrán comercializarse en la Provincia de Buenos Aires, el más peligroso es el tensiómetro que contiene entre 80-100 gramos de mercurio, es decir una cantidad equivalente a 80-100 veces la contenida en un termómetro.

El riesgo sobreviene a la rotura de estos insumos que “no se circunscribe al ámbito hospitalario sino que también es frecuente en el hogar”, explicó el legislador de la primera sección electoral.

El sistema de Salud pública bonaerense cuenta con 82 establecimientos provinciales con 12.710 camas y 1.982 establecimientos municipales con 12.887 camas, la suma da un total de 25.597 camas. “Al no contarse con la información sobre la cantidad de termómetros que se compran, transpolado el promedio de 5 termómetros por año y por cama que tiene la Ciudad de Buenos Aires a nuestra provincia, nos da que se comprarían 127.985 termómetros al año. A esta cifra deberíamos agregar que el sector privado cuenta con 388 establecimiento y 18.711 camas y el sector público nacional cuenta con 5 establecimientos y 2.116 camas”, detalló el diputado bonaerense y dedujo que “del calculo realizado podemos afirmar que de eliminarse los termómetros, solo en el sector publico provincial y municipal, estaríamos dejando de enviar a nuestro medio ambiente aproximadamente 128 kilogramos de mercurio”.

“Sostener esta situación implica un serio riesgo para los trabajadores de la salud y las personas por ellos atendidas, en primera instancia y desde una perspectiva mas amplia constituye un peligro para el medio ambiente y la población en general”, aseguró Juan Carlos Juárez.