La norma llevaría a los 52 años para las mujeres y 55 para los hombres, la edad jubilatoria, en razón del tipo de actividad que desarrollan esos empleados.
La diputada nacional Graciela Camaño presentó un proyecto de ley que establece el beneficio de la jubilación diferenciada, a los 52 años para las mujeres y 55 para los varones, para todos aquellos trabajadores que desempeñen sus tareas en forma habitual en salas de juegos de azar, en cualquiera de sus formas.
La iniciativa, elaborada con el apoyo de asesores técnicos del Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (Aleara), dispone que para acceder a esa posibilidad los trabajadores deben tener 25 años de aportes al sistema previsional, y al menos haber cumplido el 80 por ciento de ese período dentro de la actividad.
En los argumentos, Camaño sostiene que “los trabajadores de juegos de azar prestan servicio en turnos rotativos permanentes, en locales cerrados con ambiente viciado y sometidos a gran presión por parte del cliente”, y que por ello pueden padecer en forma frecuente “envejecimiento precoz”, entre otras enfermedades.
Por eso, el sentido de legislar “sobre jubilaciones anticipadas tiende a compensar, con un retiro anticipado, las afecciones que impactan en cierta parte de la fuerza laboral”, explicó la legisladora, quien aclaró que en los primeros años del beneficio habrá un sistema escalonado para que los trabajadores puedan jubilarse, al tiempo que se fija una contribución patronal adicional para los empleadores”.
Al opinar sobre el proyecto, el legislador porteño Daniel Amoroso, secretario general de Aleara, afirmó que “es un beneficio que los trabajadores de nuestra acitividad se merecen largamente, ya que las tareas que se cumplen en una sala de juego son altamente estresantes y exigen un desgaste fuera de lo común, tanto mental como físicamente”.
