Néstor Kirchner desafió a la oposición en el Congreso. Dijo que "tenemos las calles del pueblo", y volvió a acusarlos de ser "máquinas de impedir".
A días de asumir el cargo de diputado nacional, Néstor Kirchner salió al cruce de la oposición y sus reclamos de cargos y lugares en el Parlamento. El ex presidente los acusó de ser "máquinas de impedir" y sostvo que "no es necesario tener la mayoría para tener la razón".
Al cerrar un seminario de la Corriente Nacional y Popular en esta Capital, el ex jefe de Estado se preguntó si a "ciertos legisladores" "no les alcanzó voltear dos veces el país".
Decididamente metido en el conflicto con la oposición en el ámbito que va a ocupar, en la Cámara baja, Krichner reclamó "racionalidad y responsabilidad" a las bancadas de la oposición, a las que reprochó querer "imponer en lugar de debatir".
Según Kirchner, "nosotros estamos acostumbrados a vivir sin ningún tipo de cargos. Si nos quieren echar de todas las comisiones que nos echen, en alguna oficina vamos a estar y tenemos las calles del pueblo".
Kirchner continuó diciendo que "en los temas de derechos humanos se perdieron muchas votaciones, pero al final teníamos razón. En las leyes laborales, como 'la Banelco', se perdieron batallas, pero también teníamos razón".
Más adelante ironizó respecto al primer proyecto que piensa presentar, diciendo que será "mi reconocimiento como primer damo". Lo dijo porque, según él, la oposición cuestiona sus facultades para usar vehículos oficiales. Como "eso parece que es sólo para las primeras damas, así que voy a presentar un proyecto para salir de esta clandestinidad que me toca vivir".
Ya más concretamente y dejando de lado la ironía, dijo el próximo Congreso deberá analizar "leyes estructurales", como la de "entidades financieras y otras".
Señaló al respecto que "hay que discutir con mucha responsabilidad y desde la racionalidad plena, porque los sectores neoliberales nos van a provocar para tratar de que nosotros hagamos una discusión de trincheras".