Por César Montenegro

Juan Manuel Olmos se caracterizó por la búsqueda constante de consensos. Tuvo una producción legislativa más cualitativa que cuantitativa y no desconoce haber apoyado iniciativas oficiales en aras de la gobernabilidad, aunque también se muestra crítico con la administración de la Ciudad, afirmando que el esquema de gestión de Mauricio Macri está basado en colocar gerentes y no ministros.

Sostiene que desde su sector tienen la firme convicción que confundir inversión social con gasto es un concepto equivocado del rol del Estado. En cuanto a la red de espionaje implementada desde la administración PRO, manifiesta que si se llegase a comprobar que Macri estaba enterado se estaría ante una situación de gravedad institucional muy profunda.

El flamante Premio Parlamentario 2009 se muestra defensor inclaudicable de la gestión de CFK y responsabiliza a Macri por los desencuentros con la Ciudad. Como presidente del PJ Capital Federal tiene la ambición de cobijar dentro de la estructura pejotista a todos los que se reconocen como tales, desde Roberto Lavagna a Daniel Filmus.

– ¿Qué evaluación hace de su mandato como legislador?

– La verdad es que estoy contento y muy satisfecho con la labor realizada. Siempre digo que hay diferentes estilos de legislar, y cada uno encara el camino que mejor le parece; es decir el que responde a sus modos de trabajar y a sus convicciones. Yo soy de la idea de trabajar en proyectos importantes, que tengan envergadura. Mi estilo político creo que se ha caracterizado por haber trabajado por el consenso, no soy un diputado que le guste el enfrentamiento, si bien siempre intervengo en el recinto y en algunas en forma vehemente, pero siempre defendiendo lo que me parece justo, lo correcto; en coherencia con mis convicciones, pero nunca faltando el respeto a ninguno de mis colegas. Los roles institucionales que tuve que desempeñar enfatizaron la necesidad de la búsqueda constante de consensos.

– Satisfecho con la labor realizada. . .

– He trabajado en dos proyectos que considero que son muy importantes para la Ciudad: el primero una ley que regula el sistema de compras y contrataciones de la Ciudad y que, por lo menos, es una de las cinco leyes mas importantes que sancionó esta Legislatura; y el otro proyecto -que ya tiene dictamen favorable de la Comisión de Salud- se refiere a la regulación de las investigaciones clínicas y de los comités de ética en los efectores de salud de la Ciudad, son muestra, como otros proyectos, de que sean iniciativas muy cuidados. En ese aspecto quiero remarcar que la preocupación, no es que se sancione el que uno impulsa, sino que sea una legislación que le sirva a los vecinos y a la Ciudad.

– ¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha deparado su banca?

– Es el respeto de mis pares, el sentir que cada vez que he intervenido en una comisión, en una reunión de presidentes o en el recinto ha sido considerada mi opinión, y que en muchas oportunidades mis propuestas se convirtieron en un producto legislativo. En definitiva, nosotros legislamos para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad y cada vez que se logra esa meta, uno se siente contento.

– ¿Cuáles fueron los temas que mayor dedicación le han requerido?

– Aparte de los enunciados –compras y contrataciones e investigaciones clínicas y comités de ética- he trabajado en los temas institucionales, con la idea de darle un crecimiento y un orden a la Justicia para que se fortalezca y pueda recibir cada vez, mayores competencias que le son propias a la Ciudad. En síntesis fortalecer la autonomía, la institucionalidad en la Legislatura. Es decir hubo trabajo institucional, hubo trabajo legislativo y hubo trabajo político.

– Podría considerárselo como un “animal” político…

– También hemos trabajado mucho en el desarrollo de eventos culturales, con la presidente de la Comisión de Cultura, Inés Urdapilleta, y con la directora General de Cultura de la Legislatura. Se ha llenado este lugar de escritores, músicos, artistas plásticos, de gente reconocida por el pueblo y que le da una dimensión de artista popular. Se ha trabajado para que todos ellos estén presentes y no sea solamente un espacio donde se discutan leyes o posicionamientos, sino que también la institución tenga un acercamiento con la gente. Porque ésta es una institución de representación popular y no debe perder su relación con el vecino común.

– Da la impresión que lo absorbe la política. . .

– Es que aparte de ser legislador hoy me toca ser presidente del Partido Justicialista, eso me hace tener posiciones partidarias que a veces pueden llegar a confundirse con la labor legislativa. Con toda humildad creo que participé de las discusiones más importantes de esta Legislatura, pero en el ámbito legislativo también me he dedicado a otras actividades tales como las culturales, artísticas y de reconocimiento. Mi inquietud constante también ha sido acercar el Parlamento hacia los vecinos porque de otro modo no les interesa o no les llega el interés por participar de las instancias de participación con las que contamos hoy como institución. A mí particularmente me gusta escuchar a los vecinos y luego analizar si no hay que modificar una iniciativa; celebro el mecanismo que prevé la constitución de doble lectura para las materias en las que está previsto, ya que la mirada del otro siempre enriquece…

– Respecto a la gestión de Gobierno de Macri, ¿qué opinión tiene?
– La verdad es que ha hecho una gestión muy mediocre. Donde realmente el problema central es que ha optado por un esquema basado en colocar gerentes y no ministros. La administración pública es muy diferente a la empresa privada. En la empresa privada se busca el rédito, en la administración pública se busca el bienestar general. Son dos cosas bastante diferentes A veces se confunde, porque el concepto de eficiencia puede estar mezclado en los dos aspectos: por supuesto que un emprendimiento empresario sin eficiencia no consigue réditos y por supuesto que la gestión pública sin eficiencia tampoco alcanza el bienestar general. Pero no es un fin en sí misma la eficiencia en el rol del Estado. En el Estado el fin en sí mismo es el bienestar general. Hay dos visiones que se pueden tener del Estado en la Ciudad, la que tiene el actual jefe de Gobierno y la que tenemos quienes pensamos que el Estado no produce gastos en salud, educación, en la atención a la niñez, en el espacio público, sino que realiza inversiones; confundir la inversión social con gasto es un concepto equivocado del rol del Estado.

– ¿La propuestas que emanan desde la Legislatura son tenidas en cuenta por el Ejecutivo?

– Creo que tuvimos mucha incidencia en los dos años de gestión de Jorge Telerman. Hubo un ida y vuelta con el Poder Ejecutivo, aunque Telerman no contaba con ningún diputado, con lo cual sus interlocutores eran los presidentes de las comisiones. Eso generó mucho diálogo y mucha interacción. Pero era otro tipo de gobierno, el de Aníbal Ibarra, por ejemplo, era un esquema de Gobierno cerrado, yo por ejemplo estuve solamente cuatro meses en pleno proceso de destitución de Ibarra, pero me cuentan quienes ocupaban una banca en aquel momento que el diálogo con la Legislatura era muy flojo, había disputas permanentes, las cosas eran muy trabadas y remanidas. El Gobierno de Macri, a pesar de ser muy parecido al de Ibarra en muchos aspectos, durante el primer año necesitó de la ayuda legislativa. Ellos no tienen mayoría y nosotros hemos sido muy criticados por apoyar muchas iniciativas del Ejecutivo.

– ¿Porqué apoyaban entonces?

– Porque sosteníamos que, aunque las iniciativas fueran enviadas por el jefe de Gobierno, introducíamos tantas modificaciones y reformas que finalmente quedaba el concepto “bueno” que contenía la propuesta. Estábamos persuadidos de que debíamos apoyar la gobernabilidad

– Si bien colaboró en la sanción de algunas leyes, ¿tenía diferencias con el oficialismo?

– En lo que respecta al rol del Estado hay profundas diferencias y una grave es qué es lo que se puede hacer con el Estado. Uno no puede hacer cualquier cosa con el Estado, por ejemplo no se puede hacer espionaje, ello está prohibido por la ley de Inteligencia Nacional y de Seguridad Interior, es una premisa básica. Desde el Estado no se puede espiar a los opositores, a los empresarios, a los parientes. . .

– ¿Cómo termina esto?

– La verdad que haber montado una Policía conducida por Jorge “Fino” Palacios, que ya venía cuestionado por el grave atentado a la AMIA y al que el jefe de Gobierno definió como el mejor Policía que conocía y el de mayor confianza, y que hoy esté preso por haber montado en la Ciudad una red de espionaje utilizando nombramientos, es por lo menos una falta de conocimiento en dónde se está parado. Vamos a ver cuando termine esta investigación judicial cuántos más y en dónde estaban nombrados. . . .

– ¿Cree que Mauricio Macri conocía esta tarea?

– Determinará la Justicia si es que el jefe de Gobierno estaba enterado o no de las actividades de esta célula de espionaje que funcionaba en el Gobierno de la Ciudad. Si se llegase a comprobar de que él estaba enterado, la verdad es que estamos en una situación de gravedad institucional muy grave. Lo que digo simplemente es que al “Fino” Palacios no se lo recomendó nadie a Macri, no se lo propuso ningún ministro, lo puso él en persona. Palacios trajo a Osvaldo Chamorro, éste a Ciro James y vamos a ver a cuántos más y no solamente que había escuchas, había averiguación de patrimonios; espero que la profundización de la investigación no salpique al jefe de Gobierno por la crisis institucional que ello significaría…

– Macri endilga al Gobierno nacional ponerle palos en la rueda.

– Macri desde que asumió que le echa la culpa al Gobierno nacional de todos sus males y de todos sus problemas. Creo que no debería buscar una conspiración o adjudicar al Gobierno central de ponerle palos en la rueda, es su propia torpeza, su mayor problema. Veamos algunos ejemplos: que lo estén por relevar al ministro de Salud, Jorge Lemus, ¿se lo puso Cristina al funcionario?, que estén por desplazar al titular de Espacio Público, ¿es porqué se lo puso Cristina?, que esté jaqueada la política de Justicia y Seguridad en la Ciudad, ¿es por el accionar de Cristina?, que hayan postulado a la doctora Daniela Ugolini con los cuestionamientos que tuvo en todos sus procedimientos para ocupar un cargo en el Superior Tribunal de Justicia ¿fue impulsada por Cristina?, a Palacios, ¿se lo recomendó Cristina? Lo que hay que fijarse es quién tomó las decisiones y no buscar un chivo expiatorio. Primero le echan la culpa al Gobierno nacional, después a la oposición y mas tarde le habrán de echar la culpa a la prensa. . . .

– ¿Porqué se apartó del bloque del Frente para la Victoria?

– El armado del Frente para la Victoria obedeció a una forma de trabajar legislativamente, como ocurrió en otros distritos del país. Ello tuvo una impronta implementada por compañeros que venían del PJ, pero también del Partido para la Victoria, Nueva Dirigencia y de otros agrupamientos. El reacomodamiento que se produce en la Legislatura fue de aquellos diputados que provenimos del peronismo y optamos por tener una identidad propia, una identidad mucho más fuerte que la que tenía dentro del Frente para la Victoria. Pero no se puede engañar ni esconder las cosas. El tema es que el Frente para la Victoria en las últimas elecciones no se pudo constituir, se constituyó el Encuentro para la Victoria, que encabezó Carlos Heller, y éste no pudo, ni puede representar a la pata fundamental que formaba parte del FpV, que es el peronismo, a ello se debió el poco caudal de votos obtenidos.

– ¿Qué siente al ser presidente del Partido Justicialista?

– Es una gran responsabilidad, lo tomo como una etapa en la que un militante político tiene derechos y obligaciones. Es un derecho político por el que milité y trabajé. Asumo con responsabilidad y con orgullo esta oportunidad que le da el Partido Justicialista a alguien que tiene 36 años y que debe tratar que todos los peronistas, dirigentes muy experimentados, con mucha experiencia de gestión, de militancia y de compromiso, se sientan contenidos dentro del partido, la verdad es que me siento muy respetado y apoyado por dirigentes muy importantes de la Ciudad.

– ¿Porqué la Ciudad es refractaria al peronismo?

– Echarle la culpa a los porteños de que son antiperonistas, de que son gorilas, que son refractarios es ser injustos con los porteños. Los vecinos de la Ciudad han votado, por ejemplo, Menem-Ruckauf, candidatos por el PJ oficialista y Bordón-Alvarez, era la opción que presentaba el Frepaso en 1995. Las dos fórmulas eran provenientes del peronismo y entre ellas sumaron más del 85 por ciento de los votos. Otro ejemplo fue Daniel Filmus y Jorge Telerman: los dos son reconocidos como peronistas, uno obtuvo el 24 por ciento y el otro un 21, juntos sumaron el 45 por ciento y, más aún, Cristina Fernández en la Ciudad obtuvo el 24 por ciento de los votos, Lavagna cosechó un 19 por ciento y Alberto Rodríguez Saá logró casi un 10 por ciento de los sufragios, juntos estamos hablando de casi un 50 por ciento de voluntades. No le echemos la culpa a los porteños, lo que sí reconozco que el Partido Justicialista no logra una performance de representación lo cual hace parecer que la Ciudad es adversa al peronismo.

– ¿Porqué Néstor Kichner actúa con encono respecto a la Ciudad?

– Kirchner no creo que actúe con encono ni que se equivoque intencionalmente en cuanto a la forma de hacer política en la Ciudad de Buenos Aires. Más bien creo que no conoce la Capital Federal, muy pocos entienden nuestra Ciudad, sino veamos lo que le pasó a Macri, de haber ganado en la segunda vuelta con un 60 por ciento en la última elección rozó el 31.

– ¿Hubo errores de Fernández de Kirchner en su relación con la Ciudad?

– Si la Presidenta cometió algún error no es justamente en su relación con la Ciudad. La relación con Buenos Aires debe ser institucional, debemos entender que es mucho más importante dar agua potable y cloacas a otros distritos del interior de nuestro país que poner plata para construir subterráneos. La postura de Macri al pelearse con el Gobierno nacional es ganarle a Julio Cobos en ver quién es el más opositor. Veo más errores del Gobierno de la Ciudad hacia el Gobierno nacional, que de la Presidenta al que encabeza Mauricio Macri.

– ¿Macri podría ser presidenciable en 2011?

– Si no mejora su gestión y no demuestra eficiencia y capacidad de gestión, sino puede gobernar la Ciudad que cuenta con las herramientas suficientes y presupuesto propio y no ofrece tantas dificultades y sin embargo choca la calesita, no creo que la gente lo visualice con la capacidad para gobernar la complejidad que tiene la Argentina. Así como va, va mal.

– Acaba de ser elegido como el mejor legislador 2009, ¿qué sensación le produce ello?

– Estoy muy contento y muy agradecido a Parlamentario. En los cuatro años de mandato fui distinguido entre los 10 más destacados. En este caso el haber ganado el Premio Parlamentario me llena de satisfacción, porque se elige con la opinión de la prensa especializada y del resto de los colegas con lo cual me pone muy contento. Me parece que todo premio es un desafío a mejorar, a seguir trabajando y mas que un aliento es un reconocimiento a todo lo realizado en estos cuatro años y la verdad que todo reconocimiento es lindo recibirlo, para que negarlo. . . .

– Finaliza su mandato, ¿cuál es su mayor satisfacción?

– El respeto y el afecto de mis colegas…