No pocas críticas levantaron la decisión de los legisladores de aprobar un proyecto que grava la telefonía celular para beneficiar al deporte olímpico. En el caso de la empresa Nextel Argentina, ya adelantó que ese impuesto provocará un impacto en el valor del servicio.

De más está decir lo disconformes que se manifestaron en la empresa Nextel, que se opone al 1 por ciento aplicado sobre las tarifas de celulares, que, señalaron, no hace más que hablar de una “creciente presión impositiva” sobre los servicios de comunicaciones móviles.

Según el proyecto, se recaudarán unos 40 millones de pesos al año con los que se podrán subsidiar a deportistas de alto rendimiento para que puedan competir en el mundo. Los impuestos que actualmente gravan al sector son de origen nacional, provincial y municipal y, en numerosos casos en el país, existe incluso más de un tributo por jurisdicción.

En el orden nacional se encuentran los impuestos internos que ascienden a un 4,17 por ciento, además de los impuestos vinculados a la importación y venta de equipos que llegan a un 26,62 por ciento. Asimismo, el sector debe afrontar una tasa impuesta por la Comisión Nacional de Comunicaciones, que asciende a un 0,5 por ciento.

Nextel sostuvo que en el orden provincial y en materia de ingresos brutos, hay casos como el de la provincia de Buenos Aires que recientemente aumentó un 70 por ciento su alícuota.

A nivel municipal, la actividad tributa un 1 por ciento sobre los ingresos devengados en el municipio.

Nextel Argentina denunció que ese impuesto “vuelve a generar mayor presión sobre la actividad, al establecer un nuevo impuesto sobre el abono del servicio de telefonía celular”.

“Estas iniciativas se asientan en la errónea concepción que el servicio de comunicaciones móviles es de carácter suntuario”, definió la firma en un comunicado. En ese sentido, la compañía dijo que “la creación de este nuevo impuesto volverá a impactar en el valor del servicio afectando especialmente a los sectores de menores recursos”.