El diputado nacional electo sostuvo que eso es algo que resolvió hace años y cuestionó la decisión del gobernador Scioli de volver a aplicar el Código Contravencional.
Como ex gobernador bonaerense, el diputado nacional electo Felipe Solá es palabra autorizada a la hora de hablar de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires. Sobre el tema, el legislador peronista disidente fustigó “la falta de policías para tareas de prevención”, como así también “la falta de presupuesto para el área”.
En diálogo con La Mañana, de Radio Continental, denunció “hace tiempo que hacen falta policías, porque falta presupuesto, porque falta coparticipación”, y destacó que “hace años que el Ejecutivo decidió que la inseguridad no era un problema del Gobierno nacional”.
Solá criticó las reformas propuestas por Daniel Scioli para combatir la inseguridad, al alertar respecto de la vuelta a los edictos que “no se puede detener por aspecto, porque la policía se la pasaría deteniendo gente. Detener por aspecto sería detener a los más humildes, a los que están dos o tres días en la calle. Eso no necesariamente soluciona el problema”.
El diputado nacional electo reclamó “cambios en el tratamiento de los menores que delinquen” y reconoció que, hoy por hoy, “los menores que son detenidos por violencia salen, muchas veces después de haber matado. Hay que reformar la cuestión de patronato”.
En otro orden, el diputado electo advirtió que “se viene una votación fundamental y el Gobierno tiene potencia de compra”.
Solá denunció que “el oficialismo está usando todo su poder para conseguir votos” y lo graficó hablando de “la potencia compradora del Gobierno”. Empero, aclaró que no se refería “a poner plata, necesariamente sino a resolver los problemas de los sobrinos de uno, por ejemplo”.
