Legisladores de todos los signos políticos rechazaron vivamente el hecho, al conocerse las presuntas amenazas contra Cristina Fernández de Kirchner durante un vuelo entre Olivos y la Casa de Gobierno.
Nadie se plantó, al menos públicamente, a preguntarse sobre la veracidad de las amenazas contra Cristina, registradas en el marco de interferencias al helicóptero presidencial. Por el contrario, rechazaron a viva voz el episodio.
Entre ellos, el diputado peronista disidente Felipe Solá, quien sostuvo que semejantes intimidaciones “revelan que hay lugares desde los que se alienta el golpismo”, y consideró “muy grave que se pueda interceptar la comunicación del helicóptero presidencial”.
Para Solá, estas amenazas "siempre tienen una razón de ser en expresiones de sentimientos golpistas anidados en algunos sectores de la sociedad".
En el mismo sentido se expresó un legislador porteño del PRO, en este caso el titular del bloque oficialista en la Legislatura de la ciudad, Cristian Ritondo, quien dijo que “podemos tener fuertes diferencias entre el PRO y el Gobierno nacional, pero somos respetuosos de la gobernabilidad y la investidura presidencial”.
“No creo que se trate de una simple acción delictiva, quien se atreve a interferir las comunicaciones del helicóptero presidencial, puede animarse a mucho más”, dijo Ritondo, quien sugirió a los organismos competentes “no sólo realizar una exhaustiva investigación de los hechos, sino que el mismo se aclare con explicaciones claras y los responsables de este atentado, presos”.
También desde el PRO, la flamante diputada Laura Alonso consideró “preocupante que la máxima autoridad de nuestro país se vea amenazada, su seguridad es una cuestión de Estado, por lo que es necesario una investigación en forma urgente que logre aclarar quiénes son los agresores y cuáles son sus propósitos”.