Presentaron un proyecto para cambiar el sistema y evitar además aumentos de tarifas.
El actual régimen de licencias de taxis "es perverso" porque "mantiene un sistema de explotación de los peones y genera un altísimo costo operativo del servicio en forma innecesaria", indicaron -en una declaración conjunta- la diputada porteña Rocío Sánchez Andía y el legislador mandato cumplido Facundo Di Filippo.
Unos días antes del vencimiento de su mandato legislativo, Di Filippo presentó un proyecto de ley (expediente 2721-D-2009) y que será impulsado por Sánchez Andía para modificar la Ordenanza 41.815 (que regula el servicio de taxis) para que las nuevas licencias que emita el Gobierno porteño sean intransferibles y que no se otorgue más de una a cada persona.
Respecto de las licencias ya vigentes, se propone que el Banco Ciudad otorgue créditos personales a los peones de taxis para que puedan transformarse en titulares de las mismas.
Sánchez Andía y Di Filippo, quienes pertenecen a Jóvenes por la Igualdad (JxI), una de las agrupaciones fundadoras del ARI y de la Coalición Cívica, sostienen en la declaración conjunta que ese proyecto de ley tiene como fin desterrar un sistema perverso de explotación de los peones de taxis y evitar innecesarios encarecimientos del servicio.
El servicio de taxis se incrementó, a partir de este viernes, en un 21 por ciento, ya que la bajada de bandera pasa de 3,80 a 4,60 pesos y cada ficha de 0,38 a 0,46 pesos.
Las licencias de taxis las otorga gratuitamente por sorteo el Gobierno porteño y una misma empresa puede llegar a tener hasta 200 de esos permisos, pero luego se transfieren entre privados de forma onerosa con valores de hasta 40.000 pesos cada una. Un peón le paga al dueño del auto y de la licencia unos 220 pesos diarios, término promedio, a modo de alquiler, en una relación jurídica que suele encubrirse bajo una falsa relación de dependencia, además de afrontar otros gastos -combustible, por ejemplo-, lo cual sólo puede cubrir tras 12 horas de trabajo.
"Resulta fácil advertir, entonces, que el peón termina abonándole al titular unos 5.500 pesos mensuales y que esa suma le sobraría con creces para afrontar un crédito que le permita transformarse en dueño. Sin embargo, no existen créditos para adquirir las licencias (ya que formalmente no deberían formar parte del mercado, siendo que el Estado las otorga de forma gratuita), con lo cual al peón le resulta imposible llegar a adquirir una", destacaron en la declaración conjunta.
Por último, Sánchez Andía y Di Filippo señalaron que por ese proyecto de ley los peones pueden transformarse en dueños, lo que permitirá "mejorar sus ingresos y calidad de vida reduciendo sus horas de trabajo", además de "una baja en los costos del servicio e, incluso, haría innecesario aumentar las tarifas".