“Dedico la distinción del Senado a la mujer que me salvó la vida”, dijo el cantante Sandro, al recibir una mención de honor por sus cuarenta años de trayectoria. Emocionante acto en el Salón Azul de la Cámara alta.
Sin la mítica bata, Roberto Sánchez “Sandro” tuvo el 15 de agosto de 2006 un escenario más solemne que el de cualquier aparición pero la formalidad del Congreso Nacional no llegó por completo al Salón Azul, ya que con su mística el Gitano transformó por unas horas al Parlamento.
En aquella oportunidad, el entonces vicepresidente Daniel Scioli distinguió a Sandro con la Mención de Honor, “Senador Domingo Faustino Sarmiento”, en reconocimiento a más de cuatro décadas de indiscutible trayectoria.
“Gracias a cada uno de ustedes, he pasado 164 días internado y muchos fueron los amigos que estuvieron conteniendo mi locura, pero, en especial, a esta maravilla que a los sesenta años me ha regalado Dios, mi nueva compañera sin la cual no hubiese sido posible que estuviera yo esta noche aquí”, dijo Sandro, mientras Olga se ponía de pie para corresponder con un saludo a la ovación que se desató en el salón.
Media hora antes, el amor, común denominador de los caminos por los que habitualmente transitó Sandro, fue tema en una charla que rememoraba el origen y el peso de la influencia de Roberto Sánchez en la vida de Daniel Scioli, actual gobernador bonaerense.
Aún no había vislumbrado siquiera la idea de ocupar un lugar en la escena política y su entera atención no escapaba a las aguas de la competencia. Scioli vio a Karina Rabolini en la Carrera 1000 kilómetros del Delta argentino, la invitó a comer a su casa y, para amenizar el clima de una primera cita, dio play a una canción de Sandro. “Esta mañana recordaba con Karina aquella noche –confiesa Scioli– cuando pensé, con esto, a esta pitucona la pierdo o la gano para siempre. La fórmula funcionó.”
Fue tan sólo uno y el más significante de los momentos al que Roberto Sánchez puso magia en la vida del “Chico de Ramos Mejía”. “Lo he seguido durante veinte años, a lo largo del país, en cada club y en cada cine”, deslizó Scioli.
La mención ha sido instaurada como ceremonia oficial con el inicio de la gestión de Scioli como presidente del Senado de la Nación. Entre quienes la han recibido se puede citar nombres como: Guillermo Vilas, Mariano Mores, Diego Maradona, Mercedes Sosa y Daniel Barenboim, entre otras personalidades y entidades dedicadas a la investigación y el desarrollo de las ciencias y las artes.
“Cuando propuse la Mención Sarmiento pensé en que sirva de representación a los valores de vida de quienes la reciban –afirmó Scioli–, y la Argentina necesita nutrirse de esos ejemplos de lucha y coraje, para el estímulo y reconocimiento de los emprendedores.”
Ante la respuesta del “porqué Sandro”, Scioli demostró total claridad de criterio. “Es un gran referente para lograr el contagio de ese humilde espíritu de lucha constante –había dicho en esa oportunidad-. Sandro es un artista sensible que me conmueve, basta con observar la posición de sus manos sobre el escenario. Sus gestos transmiten fuerza, la que necesitó alguna vez para empujar el carro de su padre, cuando en la tarea de repartir vino, quedaba atascado en el barro. Estoy orgulloso de darte la bienvenida y las gracias por esta muestra de confianza que me das al estar presente, sé que no vas a ningún lado y que es esta tu primera salida del año -pronunció el vicepresidente-. Nos impresiona el gigante debajo de la bata roja. Quiero hacerme eco de tus nenas, de tus tantas rosas y de cada uno de tus seguidores. Hoy, muchas son las fanáticas, pero convoco a la señora Mirtha Legrand para que con su beso, canalice el afecto de las mujeres argentinas. Te propongo que te acerques, porque los argentinos necesitamos llenarnos de ti”, culminó la mención Scioli aquel recordado 15 de agosto de 2006.