Los restos del cantante Roberto Sánchez fueron trasladados desde el Palacio Legislativo al cementerio privado de Lonchamps, luego de que alrededor de 50.000 personas se despidieran de él.
Poco después de las 13 se dio por concluido el multitudinario e histórico velorio de Roberto Sánchez, el cual se desarrolló desde el mediodía del martes y durante 24 horas de trajinar ininterrumpido de fieles.
En realidad, hubo un breve parate a las 4 de la madrugada de este miércoles, hasta las 8 de la mañana, único lapso en el cual las puertas del Congreso se cerraron para permitir ciertos reacondicionamientos y aprovechando la merma de público que en forma constante desfiló ante el féretro, desde las 13 del martes.
Acongojado, el público dijo presente a la hora del último adiós al ídolo. Todo esto a pesar del calor intenso, que no fue obstáculo para que miles de personas -alrededor de 50.000, según los cálculos- pasaran por el Salón de Pasos Perdidos.
La familia decidió que el último adiós a Sandro fuera acorde a lo que fue la vida del ídolo: mesurada en cuanto a la exposición, de ahí que se pidiera que no hubiera imágenes de la capilla ardiente.
En principio, se había resuelto que las puertas del Congreso se cerraran el martes a las 23, para reabrirse este miércoles a las 10, para que a las 14 se iniciara el desplazamiento del féretro hasta la última morada de Sandro, en el cementerio Gloriam de la localidad bonaerense de Longchamps, en el sur del Conurbano. Pero ante la gran cantidad de gente que esperaba ingresar al Parlamento, la familia aceptó que el velatorio siguiera toda la noche, con la breve interrupción citada.