La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires aprobó el proyecto de ley que regula la tenencia de los perros considerados “peligrosos”. Dicha norma, promulgada en enero de este año, recién entrará en vigencia el mes próximo y se le incorporarán dos detalles: que se tengan en cuenta las cruzas con razas no consideradas peligrosas y también el tamaño del animal más allá de la raza.

La iniciativa pertenece al titular del bloque Peronismo Federal, Juan Carlos Piriz, y pretende incorporar estos dos postulados en el artículo 2º de la ley 14.107, así como sumar en los requisitos necesarios para adiestrarlos a los perros que superen los 20 kilos de peso.

Al respecto, Piriz consideró necesario “corregir rápidamente la ley”, por no haberse tenido en cuenta “la cruza de estos ejemplares con otro de raza considerada ‘no peligrosa’, la peligrosidad de animales de gran porte o los animales adultos ya existentes”.

El legislador bonaerense aclaró que no comparte la denominación “perros potencialmente peligrosos” por estar “convencido que ninguna raza tiene esa característica, pues entiendo que el comportamiento de un perro al llegar a la edad adulta depende de dos factores, el genético y el ambiental, la manifestación del comportamiento depende principalmente de la influencia que el entorno ejerce sobre el perro y no de la variable genética”.

Aseguró que la peligrosidad “está dada por la potencia física de un animal” e hizo una particular comparación: “un pequinés o un yorkshire terrier que muestre agresividad extrema para muchos será un “enano cascarrabias’ mientras que un pitbull terrier que se muestre medianamente agresivo será para dichas personas un ‘perro peligroso’”. Así dedujo que “la diferencia de peligrosidad está, sin dudas, en el tamaño”.

Más allá de reclamar estos cambios, el titular del bloque de diputados felipistas provinciales reconoció que “ley 14.107 vino a llenar un vacío legal que nuestra legislación tenía en esta materia, regulando el régimen de tenencia de los animales considerados potencialmente peligrosos, limitando las prácticas inapropiadas de adiestramiento y otras actividades dirigidas al fomento de su agresividad, y promoviendo en la ciudadanía una tenencia efectivamente responsable sobre aquellas razas que, sin un adiestramiento adecuado, efectivamente constituyen una amenaza para los seres humanos, y que en algunos casos han terminado con la muerte, como ya ha sucedido en nuestra provincia”.