Varios pases de factura se cruzaron legisladores de la oposición en la última fracasada sesión. Elisa Carrió, enfurecida, cuestionó a sus pares porque no estuvieron a la hora citada. En tanto, desde su banca el radical Rubén Lanceta le recriminó a su colega de Córdoba Silvia Storni por la lentitud para bajar al recinto. La diputada ingresó luego de que se levantara el debate.

Lo mismo hizo Fernando “Pino” Solanas con Claudio Lozano, quien dijo que llegó tarde porque “en el Anexo no sonó la chicharra”. Una explicación que no satisfizo al cinesta.

También en las huestes del Peronismo Federal se produjeron algunos encontronazos por la ausencia de cuatro legisladores, al igual que los radicales. Pero las miradas más duras fueron hacia el socialismo, donde faltaron cinco integrantes, incluida su jefa de bloque. Esas y otras ausencias llevaron a Carrió a insistir con su tesis a quienes la consultaban en el Salón de Pasos Perdidos: “Sabíamos a qué hora estaba citada la sesión y hay muchos de los que se dicen opositores que tienen actitudes que favorecen al oficialismo”.

Una de las tantas acusaciones que quedaron flotando el último miércoles.