El senador Luis Viana afirmó que se “perdió una oportunidad histórica para avanzar en una discusión profunda y que genera una gran expectativa que es la posibilidad de que las provincias reciban más recursos, porque de la manera en que el Senado aprobó el proyecto se va a terminar en los tribunales ya que modificar una ley de este tipo se necesita mayoría absoluta en ambas Cámaras. El artículo 75 inciso 3 es muy claro al respecto. La otra posibilidad era que se caiga y que no se pueda tratar hasta el próximo período”.

“Por eso, al momento de la votación propuse que no se vote el dictamen que finalmente elaboró la oposición (que minutos antes afirmaron que iban a respaldar mi proyecto de coparticipar fondos a los municipios) y que se vuelva a comisión a sabiendas que no había los votos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta, y así entablar un debate que termine en un proyecto lo más consensuado posible. En ese caso, si retornaba a comisión, el proyecto no se caía. Luché por una ley para todos los misioneros pero la oposición no me supo acompañar. Más allá de algunas interpretaciones antojadizas, yo defendí y sostuve mi proyecto en el recinto -presentado en setiembre del año pasado-, porque estoy convencido que una iniciativa realmente federal debe incluir sí o sí a las intendencias, porque si no sucede que varios gobernadores que se quejan de que la Nación no envía los fondos respectivos reproducen esa misma lógica con los municipios”, aseveró el legislador misionero.

El jueves, dijo, “perdimos una enorme ocasión de encontrar puntos de coincidencia por culpa de posturas inflexibles tanto de mi bloque -con el que marqué claras diferencias en este tema- y de los bloques opositores. Apelé ayer y apelo, que en este escenario político donde ningún sector puede imponerse sobre otro, es imperiosa la necesidad de construir consensos en temas tan medulares y sensibles como coparticipar lo recaudado por el impuesto al cheque”, sentenció.

Viana recordó que con las modificaciones que presentó en su proyecto Misiones pasaría de percibir de 100 a 400 millones por año –de los cuales 200 pasarían de manera automática a las intendencias- y se preguntó, ante estas cifras, “¿cómo no voy a defender los intereses de mi provincia si va a recibir más fondos? Y digo esto más allá de las diferencias políticas profundas que tengo con el gobernador, porque Misiones tiene los índices de pobreza más altos del país y hoy los municipios misioneros con la coparticipación actual apenas pueden pagar los sueldos. Mi proyecto, reitero, estaba dirigido a aquellos gobernadores que se llenan la boca hablando de federalismo y después no le giran los recursos que les corresponden a las comunas”.