Las expresiones del titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto, considerando como parte de la “libertad de expresión” los carteles contra periodistas, despertaron fuertes y previsibles críticas de parte de legisladores de la oposición.

Para Patricia Bullrich, “Gabriel Mariotto debe renunciar. No puede el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, relativizar la difusión de afiches anónimos, avalar el escrache a periodistas y seguir al frente de una institución que debe representar el pluralismo y la libertad de prensa”.

Otra que reaccionó fue la titular de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja, la radical Silva Giudici, quien dijo que “el Gobierno respalda las agresiones verbales y el juicio público a los periodistas”.

“Los afiches anónimos agraviando a periodistas de trayectoria no constituyen libertad de expresión”, aclaró Giudici, para quien “esos afiches constituyen un acto fascista que Mariotto no duda en elogiar”.

También se pronunció Francisco de Narváez, quien sostuvo que “este Gobierno que se dice defensor de los derechos humanos busca avasallar la libertad de expresión, ataca e intimida a los críticos, recurre a la repudiada práctica del escrache, impide el normal acceso a las fuentes de información y utiliza el poder del Estado no para garantizar el pleno ejercicio de los derechos constitucionales sino para coartarlos”.