El diputado nacional habló en un acto en la CGT, en el que ubicó a la "concentración mediática" en la primera línea de la oposición. Palos a Clarín y se desligó de los anónimos. Dijo que le da pena ser parte del Congreso, al que criticó.
Reapareció en público Néstor Kirchner y lo hizo con la previsible carga de críticas contra la oposición en general y los medios en particular.
En una reunión del Partido Justicialista celebrada en la sede cegetista, el diputado nacional señaló que “la principal fuerza de oposición es la concentración mediática, cuya columna vertebral es el diario Clarín y cuyo mentor ideológico es el señor Magnetto”.
“Yo estoy acá para decir las cosas con nombre y apellido. Nosotros no hacemos anónimos ni decimos nada que no podamos firmar”, desligándose de los afiches aparecidos los últimos días y que desde todos los sectores se le endilgaron al Gobierno nacional.
El ex presidente de la Nación cargó contra sus “pares” del Congreso, donde -dijo- “se juntaron partidos de distintas ideas, no para construir una alternativa superadora, sino para hacer una máquina de impedir, que es lo único que les interesa”.
“Estamos siendo sometidos a un verdadero ataque descalificatorio mediático, desinformando a la sociedad y tratando de consolidar una oposición más fuerte para trabar de cualquier manera el proceso que este gobierno lleva adelante”, se quejó Kirchner.
El diputado nacional se quejó porque “hace cuatro meses que se discuten en el Congreso temas que nadie entiende que están diciendo. Que si el DNU sí, que si el DNU no… Yo formo parte de ese Congreso, pero me da pena lo que está pasando”, señaló.
En su enésima mención al grupo Clarín, dijo que ese diario “la ataca a Cristina porque es una mujer con coraje y decisión que quiere desconcentrar los medios, y la ataca de todos las formas posible, con eso de miente, miente, que algo quedará”.
“Somos defensores de la pluralidad de ideas, de la plena libertad de expresión, y nadie más que nosotros sufrimos el escarnio de las dictaduras y las represiones y creemos que es fundamental la claridad institucional”, clamó Kirchner, sosteniendo que “cuando la Presidenta tomó la decisión de enviar al congreso un proyecto de ley trabajada por toda la comunidad argentina, por responsables de medios, de organizaciones y de pueblos originarios, la quisieron parcializar diciendo que fue una ley K, cuando son leyes de todos los argentinos”.
