Por José Angel Di Mauro

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, aclaró que “no le vamos a prestar el quórum (a la oposición) para aquellas cuestiones que nosotros consideramos que atentan contra este modelo de desarrollo económico, social y político que ha sido virtuoso para la Argentina”. Así lo aclaró en una entrevista en la que puntualizó que con el sistema de conformación de partidos políticos que tiene la República Argentina, ni la boleta única ni el voto electrónico “son de aplicación posible”.

Asimismo admitió que no fue positiva la idea de las candidaturas testimoniales y aclaró que, a su juicio personal, Néstor Kirchner debería renunciar a su banca en el Congreso.

– Inmediatamente después de las elecciones se planteó desde el Gobierno una suerte de apertura al diálogo, y el tema quedaba en sus manos. ¿Siente frustración por los resultados de esos encuentros?

– No, me parece que lo que hay es una actitud demasiado mezquina de parte de la oposición. Nosotros abrimos el diálogo fundamentalmente con el objetivo de discutir algunos aspectos vinculados a la reforma política, convocamos a todos los partidos con representación parlamentaria y llegamos a algunos acuerdos importantes. De hecho, se votó una ley que en términos generales representa el espíritu de lo acordado durante cada una de esas reuniones. Fundamentalmente todos coincidíamos en que había que mejorar los mecanismos de selección de candidatos. Se consolidaron las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, que van a permitir que millones de argentinos concurran a votar 60 días antes de la elección general para seleccionar quiénes van a ser los mejores candidatos que nos van a representar en la elección general. Se avanzó en aspectos vinculados a la modificación del Código Electoral, al requisito para la constitución de partidos, entendiendo todos que es imposible que la Argentina pueda tener un sistema de partidos políticos en el que haya más de 731 partidos, porque se supone que en realidad un partido es la consagración colectiva de una idea de país. No creo que en la Argentina haya 731 ideas de país diferentes… Avanzamos en muchos aspectos. De hecho la ley se votó en el Parlamento… Nosotros creemos que lo que ha existido es una especulación de parte de la oposición demasiado mezquina en no reconocer el avance que se ha producido en materia de reforma política.

– A propósito de esas internas, hay quienes dan por hecho que no se van a realizar.

– No tiene ningún sustento eso, absolutamente ninguno. Esos son los que tal vez le tengan miedo a la participación del conjunto de la sociedad concurriendo a votar. El sentido que se le dio a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias es precisamente darle mayor posibilidad a que la ciudadanía elija a los candidatos que se van a ofrecer en las elecciones generales. Con un sistema absolutamente transparente, con elecciones que se llevan adelante con una justicia electoral, en las cuales no hay ninguna posibilidad de cometer ninguno de los vicios que muchas veces se nos acusa a los partidos políticos cuando se dan las internas en el seno partidario, pero nosotros estamos comprometidos a que el 14 de agosto de 2011 se lleven adelante las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias en la República Argentina.

– ¿No tienen el temor de que prospere una acción de los partidos chicos declarando inconstitucional esa ley?

– Es que no tienen ningún fundamento para declararla inconstitucional. Lo que le estamos pidiendo a los partidos chicos es que en lugar de tener 4.000 adherentes, que muchas veces son sacados de las guías de teléfono, constituyan 4.000 afiliados al partido. Para tener un partido provincial se necesitan 4.000 afiliados, y para la constitución de un partido nacional, se requiere la conformación de cinco partidos distritales, ¿y qué menos se le puede exigir a una fuerza política para la constitución de un partido político? No hay ninguna razón para que pueda prosperar ningún tipo de impugnación.

– Así y todo subsisten los reparos para participar de esas internas. El propio Duhalde que parecía decidido a enfrentar a Néstor Kirchner en la interna del PJ, ya expresó ciertos reparos y son muchos los que comparten esos temores con relación al manejo de la Junta Electoral.

– Yo tengo la sensación de que, o no conocen la ley, o en realidad están buscando alguna excusa para explicar por qué se van del peronismo. Acá está claro que la Junta Electoral partidaria se va a constituir con un representante de cada una de las listas que se presenten. Pero por si esto fuera poco, en realidad el Tribunal de Alzada de la junta partidaria -que esto es lo novedoso- es la Justicia Electoral y la Cámara Electoral Nacional; es decir, dos organismos absolutamente independientes del poder político. Entonces no hay ninguna razón para que no concurran a una primaria dentro del peronismo, si finalmente se sienten peronistas.

– ¿Quién o quiénes piensan que van a animarse a enfrentar al candidato que proponga el Frente para la Victoria?

– No está conformado claramente hoy quienes van a ser los que se presenten en una primaria abierta y simultánea dentro del peronismo. Aspiramos a que todos aquellos que participan dentro del Partido Justicialista concurran a esta primaria.

– Cuando se habla de mejorar el sistema de elecciones siempre se habla del voto electrónico. ¿Hay alguna posibilidad de implementarlo?

– Con el sistema de conformación de partidos políticos que tiene la República Argentina, ninguno de esos instrumentos son de aplicación posible. Ni la boleta única, ni el voto electrónico. En general donde funcionan esos elementos son países con sistemas uninominales o binominales, no listas sábanas o cerradas. Pero a su vez, el agravante que tenemos nosotros es una cantidad de partidos realmente muy importante, muy por encima de la cantidad de partidos que tiene cualquier país que utiliza este tipo de mecanismos. La Argentina tiene 771 partidos habilitados, sería imposible llevar adelante una elección en una boleta única con esa cantidad, lo mismo que con el voto electrónico. Y le digo yo, que llevé el voto electrónico en la provincia de Buenos Aires, en los años 2003, 2005 y 2007, y fue una experiencia buena, y hay quienes están a favor y quienes están en contra. Hay países que en realidad están yendo para atrás con respecto a la instrumentación del voto electrónico, como por ejemplo hay un pronunciamiento de la Corte Suprema de Alemania, en la cual se suspende el voto electrónico. O Béligica, donde consideran que el desarrollo de los procesos informáticos hace mucho menos confiable el sistema de votación que los sistemas tradicionales. Pero bueno, hay que discutirlo; lo que es cierto es que en este sistema político no se puede aplicar.

– La oposición asegura que el oficialismo tiene como objetivo paralizar el Congreso.

– No, eso la verdad que no tiene ningún fundamento. Lo que nosotros no vamos a hacer es darles el quórum para que quieran tratar aquellas cuestiones que a nuestro criterio no atentan solamente contra el Gobierno, sino contra los argentinos. Nosotros no le vamos a prestar el quórum para aquellas cuestiones que nosotros consideramos que atentan contra este modelo de desarrollo económico, social y político que ha sido virtuoso para la Argentina. Pero creemos que el Parlamento tiene que funcionar, que ellos tienen una responsabilidad diferente, que tienen que imaginarse como una alternativa, y no como una oposición que pareciera ser que el único objetivo que tienen es que al Gobierno le vaya mal, creyendo que de esta forma les va a ir mejor a ellos. Sin darse cuenta que si al Gobierno le va mal, les va a ir mal a los argentinos.

– ¿Ustedes vislumbran que el próximo año el Congreso entre en una inacción producto de lo que es un año electoral?

– Esperamos que no, pero acá hay que ver cual es la responsabilidad que tiene la oposición en este sentido. Nosotros fuimos elegidos para gobernar cuatro años, el régimen argentino es un régimen presidencialista; eso implica que hay una nueva realidad parlamentaria, en la cual por supuesto hay una oposición que tiene diferentes actores, en la cual muchos no tienen nada que ver unos con otros, ni en lo ideológico, ni de ningún punto de vista. Como pueden ser la doctora Carrió con el doctor Menem; o Reutemann con Giustiniani; o Rodríguez Saá con Solá… Me parece que en ese sentido pareciera que hay un único objetivo que es obstruir al Gobierno; tratar de que al Gobierno no le vaya bien. Pero nosotros aspiramos a que el año que viene el Parlamento funcione. Sería un acto de madurez política demostrarle a la sociedad que independientemente de posiciones diferentes podemos hacer que el Parlamento funcione.

– ¿Se arrepienten de haber implementado la experiencia de las listas testimoniales?

– Viendo los resultados, creo que no fue buena. Creo que la interpretación nuestra no fue la de la sociedad. Nosotros creíamos que un candidato testimonial era un testimonio en adhesión a un proyecto que tenía caras visibles: ese fue el sentido. Y la sociedad lo interpretó para otro lado, no hay duda que viendo los hechos nos equivocamos.

– En esa elección Néstor Kirchner fue consagrado diputado y acaba de ser electo secretario general de la Unasur. Obviamente no puede desempeñar los dos cargos, ¿qué va a hacer?

– Está en él la decisión. Yo, personalmente, creo que debería irse (del Congreso). A mí me parece que tiene una enorme responsabilidad que es conducir una organización política como es la Unasur; creo que es un motivo de orgullo, no para el Gobierno ni para el peronismo, sino para la Argentina, que doce presidentes, por unanimidad de un espacio político nuevo como la Unión de las Naciones del Sur hayan elegido para conducir a este organismo a Néstor Kirchner.

– También podría tomarse licencia como diputado, sin renunciar…

– Es una decisión que le corresponde a él.

– En ese caso, ¿no existe el riesgo de que se diga que quiere mantener los fueros?

– No… Primero no creo que Néstor Kirchner necesite fueros, de hecho fue presidente hasta el año 2007, y desde ese año hasta 2009 no tuvo ningún cargo, lo que demuestra que nunca pensó en necesitar fueros, y yo no tengo dudas de que seguramente la decisión la va a tomar, de acuerdo a su conciencia y a la responsabilidad que acaba de asumir.

– Pero ahora es cuando empiezan a surgir denuncias, se refuerza la presión judicial y están apareciendo imputaciones…

– Tiene que quedar claro que Néstor Kirchner no necesita fueros, eso quédese tranquilo. Si es por eso, va a renunciar.

– Hablamos de denuncias y puntualmente tenemos el caso del comercio con Venezuela.

– Lo primero que hay que ser es muy prudente y serio con respecto a algún tipo de denuncias, en las cuales muchas carecen de fundamento. Porque en realidad perjudican las relaciones comerciales en este caso de Argentina con Venezuela. En la cual, Argentina, de un comercio bilateral con Venezuela de cien millones de dólares pasó a tener una balanza comercial favorable de 2.560 millones de dólares, lo que implicó que por ejemplo la Cámara Argentina de la Industria Metalmecánica, o la Agrícola, hayan tenido niveles de exportaciones como nunca habían tenido. Y así le puedo nombrar diferentes sectores. Entonces, que aparezca un ex embajador, que hace seis años dejó la embajada, diciendo que le dijeron que para exportar a Venezuela se cobraba una comisión del 15%, supuestamente eran coimas, y nombra a varios empresarios, de los cuales todos, absolutamente todos, salen y desmienten la versión de este ex embajador, me parece por lo pronto que es poco serio. Que no ayuda para nada. Si hay una denuncia tiene que hacerse con la suficiente seriedad, con las suficientes pruebas… Sino, fíjese el informe del defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, que tuvo un pronunciamiento claro, en el que dice lo siguiente -revisa sus papeles, encuentra uno y lo lee-: “la Defensoría del Pueblo de la Nación trabajó durante un año y medio entre junio de 2007 y noviembre de 2008, y concluyó que en la venta de maquinaria agrícola a Venezuela no se cometió ninguna irregularidad”… Me parece que está claro el tema.

– Ya que estamos en el exterior, el mundo está conmocionado por la crisis griega. ¿Nosotros estamos resguardados?

– Creo que es importante rescatar cómo la Argentina afrontó la crisis de 2009, que fue la crisis económica más importante de la que se tenga memoria, desde 1930 a la fecha, y creo que ahí hubo un gran acierto por parte de la Presidenta de instrumentar políticas contracíclicas. Es más, hay un informe de las Naciones Unidas en el cual la Argentina, después de China, fue el país que más invirtió en políticas activas desde el Estado en relación al Producto Bruto Interno. Me parece que ahí hay un acierto por parte de la Presidenta, sobre todo en llevar adelante políticas que permitieron que la Argentina mantenga el nivel de producción y el nivel de empleo. Las perspectivas para el año 2010 son para la Argentina buenísimas, en todos los aspectos, el país viene en un proceso de crecimiento muy fuerte en el año 2010, tiene superávit gemelo, tanto el fiscal como comercial, va a tener niveles de exportaciones record. Hay industrias que van a tener records históricos, como la automotriz, la construcción, la metalmecánica; hay una demanda interna muy fuerte, que ha sido parte del éxito que hemos podido mantener políticas de empleo del año 2009, que fundamentalmente está dado por la generación de millones de puestos de trabajo, por la cantidad de nuevos jubilados que tiene el sistema; por las asignaciones familiares, que es tal vez la medida de política social más importante en los últimos 50 años… Entonces nosotros confiamos en que este modelo económico es virtuoso y está consolidado.

– Esta crisis se da justo en el momento en que se lanza el canje…

– Pero no lo va a afectar, nosotros estamos convencidos, primero de que la Argentina tiene que salir completamente del default, otra de las políticas macroeconómicas que para nosotros es clave. La Argentina viene en un proceso de desendeudamiento importante, del 2003 a la fecha, y nosotros tenemos acciones importantes en ese sentido: canjear los bonos de la deuda que no entraron en 2005, los famosos holdouts; y generar un fondo de garantía de desendeudamiento, como es el fondo de reservas… Fíjese usted, el 14 de diciembre de 2009 teníamos 47.800 millones de dólares de reservas, cuando pusimos en marcha el Fondo de Desendeudamiento; pagamos 1.860 millones de dólares de deuda pública y de organismos internacionales, y tenemos más reservas que las que teníamos antes: hoy tenemos 48.078 millones, quiere decir que la decisión era acertada. Ahora yo digo, si cerramos holdouts, terminamos de garantizar el pago de la deuda, la Argentina va a tener una baja de la tasa de interés, va a salir definitivamente del default y vamos a garantizar la posibilidad de tener una tasa aceptable para que haya mayor inversión, que es el otro gran desafío que tiene la Argentina.

– Menciona las tasas y uno piensa en los créditos hipotecarios, que se anunciaron el año pasado y los de este año, pero que siguen siendo inaccesibles. Algunos han dicho que si la Argentina sale del default las tasas van a bajar sustancialmente, ¿esto es así?

– Aspiramos a que sea así. Independientemente de que creo que este Gobierno tiene una deuda pendiente que es plantearse un nuevo sistema financiero, una nueva Carta Orgánica del Banco Central, un sistema financiero más moderno, que esté al servicio de la producción, ese es un desafío. De cualquier manera no tengo duda de que si la Argentina sale del default, con esas dos decisiones que le señalaba, va a bajar la tasa de interés. Para que una persona pueda comprar un electrodoméstico a una tasa razonable, pueda tener un crédito hipotecario sin tener que pagar una tasa usuraria; que una Pyme no tenga que ir solamente a la banca pública a pedir crédito a tasa razonable, sino que pueda ir al sistema privado financiero.

– Se habló de implementar una nueva ley de Coparticipación, que es una deuda constitucional que se tiene desde 1994. Pero los últimos días, después de la reunión con gobernadores que hubo se dijo que esa deuda quedaba por lo menos para el año que viene. ¿Hay alguna manera de que se cumpla finalmente con una nueva ley?

– Nosotros estamos de acuerdo en que la Argentina necesita una nueva ley federal de distribución de los recursos federales, esto está claro. El tema es que esa es una discusión complicada, porque la reforma de la Constitución del 94 exige que haya una ley convenio, o una ley acuerdo, que entre por el Senado, lo que implica previamente un acuerdo con los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Como se hace difícil ponerse de acuerdo, porque es una suma cero -hay que sacarle a una provincia para darle a otra-, lo que se ha planteado con mucho tino es crear un fondo de equidad, a partir de los niveles de recaudación histórica que percibe cada provincia, los más altos. Y a partir de esos niveles, establecer un nuevo índice de distribución, que está vinculado básicamente a cuestiones de índole de materia social, como por ejemplo agua corriente, servicio de cloaca, de gas, de electricidad, para poner en un pie de igualdad y desarrollo productivo a las provincias. Me parece que esa es una propuesta que puede prosperar. De cualquier manera, mire, a ninguna provincia le puede ir bien si a la Nación le va mal. El gran éxito de este Gobierno es que tiene un modelo nacional que ha permitido que las provincias puedan desarrollarse armónicamente en términos generales.

– ¿Pero no han sido discrecionales en el reparto de los fondos?

– No, no, si uno mira el reparto de los recursos se va a encontrar con que hay recursos de distribución automática, que se han incrementado más del 600% en estos seis años; después hay recursos de asignaciones especiales que ejecutan las provincias, y después están los gastos del Gobierno nacional en cada una de las provincias. ¿Qué es esto? El sistema previsional argentino, las universidades, los subsidios al transporte. Hay que entender esto: el Gobierno nacional no tiene territorio nacional que no sean las 23 provincias y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Todos los recursos del Gobierno nacional se aplican a las provincias. Todas las provincias argentinas tienen un nivel de inversión en obra pública como jamás tuvieron en toda su historia.

– Nombra a la Ciudad de Buenos Aires, donde la relación ha sido por lo menos conflictiva…

– Pero estamos haciendo obras importantes. Estamos haciendo la ampliación de la Línea E de subte, estamos haciendo un centro cultural para el Bicentenario; estamos terminando de digitalizar todos los CGP, estamos trabajando en el tema vial… Se trabaja en forma conjunta, muchas veces con algunas limitaciones. Pero la idea del Gobierno es trabajar con todas las provincias, independientemente del color político que tengan.

– El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está hoy al borde del procesamiento y le apunta al Gobierno nacional.

– Me parece que es de una enorme responsabilidad querer acusar al Gobierno de escuchas que han sido llevadas a cabo por ellos. ¿A quién le importa escuchar al cuñado de Mauricio Macri? ¿A quién le importaba escuchar a Avila? ¿A quién le importaba escuchar a Burstein, que cuestionaba al “Fino” Palacios? De hecho Palacios está preso y Ciro James también, y los dos eran empleados de la Ciudad de Buenos Aires…

– Pero también Ciro James era empleado de la Policía Federal…

– Mire, la defensa de Macri carece absolutamente de seriedad y de responsabilidad. Tiene que dar respuesta por los actos, y a la Justicia, no a nosotros.

– Volvamos a Grecia: es un calco con Argentina 2001.

– Sí, con la diferencia de que por el hecho de que Grecia forma parte de la Unión Europea tiene menos instrumentos para salir de esa crisis. No tiene el manejo de la moneda, una rigidez con respecto a algunas normas que establecen la incorporación a la Unión Europea, y me parece que están yendo a los ajustes tradicionales. Los organismos internacionales de crédito todavía no entienden que eso ha fracasado. Que la posibilidad de bajas de salarios, de ajuste, eso no funciona…

– ¿Pero cómo pueden manejar el crecimiento del gasto? Y ahí vuelve la comparación con el crecimiento del gasto en la Argentina.

– En la Argentina ha crecido el gasto y la inversión. Nosotros tenemos un proceso de inversión muy fuerte, pero hay una cuestión que es objetiva: hemos tenido superávit fiscal los últimos siete años y lo vamos a tener los próximos años. Hemos tenido una baja del superávit fiscal desde el año 2009, porque hubiéramos sido tontos si no hubiéramos llevado adelante políticas activas en materia de defensa del empleo, para mantener empresas que no cerrasen. Una de las decisiones que ha tenido este gobierno en materia macroeconómica es mantener el superávit fiscal, y lo vamos a seguir manteniendo. Hemos tenido menos el año 2009 porque hemos estado frente a una crisis mundial, y hemos tenido políticas contracíclicas para estimular la producción y el empleo.

– Donde se afirma que no ha habido política es para parar la inflación…

– Ahí hay una discusión que creo que es importante darla. Primero, cual es la responsabilidad del Estado. Todas aquellas cuestiones que se le atribuyen como responsabilidades históricas a los gobiernos de generación de inflación, no se le pueden achacar a este Gobierno: tiene una emisión responsable de la moneda; tiene superávit fiscal, tiene superávit comercial, tiene una flotación administrada del dólar que permite darle previsibilidad, tiene tarifas congeladas y ha generado una demanda interna muy fuerte. Lo que me parece que hay que lograr en la Argentina es que los empresarios entiendan esto y en vez de aumentar los precios, inviertan; hay que mejorar e incrementar la oferta de bienes y servicios. Esto no implica que el Gobierno no reconozca que ha habido algunos aumentos de precios. Lo que no tiene que tener duda ninguno es que en la Argentina, sobre todo la Presidenta, va a defender el poder adquisitivo de los trabajadores. Esto es una cuestión central para nosotros.

– ¿Cómo cree que va a ser recordada Cristina Kirchner?

– Como una gran presidenta que transformó la Argentina. Que se animó a ser finalmente la expresión clara de las mayorías y no finalmente un instrumento de los grupos corporativos que gobernaron desde el 1983 hasta el 2003.