“Mi condición de judía no me perjudicó absolutamente en nada”, aseguró la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich, que expresó su preocupación por la presencia de Irán en el Mercosur y por su estrecha relación con Venezuela y Bolivia, luego de presentar el libro del centenario de la comunidad judía de Tucumán en la Feria del Libro de Buenos Aires.

En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, Rojkés de Alperovich sostuvo: “Mi opinión ha sido fuerte y contundente, y sin duda nos debe preocupar no sólo a los judíos, sino también como argentinos, más teniendo en cuenta lo vivido con el atentado a la AMIA, donde cada uno tiene su historia dentro de la historia misma”, señaló la esposa del gobernador de Tucumán, José Alperovich, que presentó varias declaraciones en el parlamento argentino sobre la amenaza iraní y dijo que es, junto a la causa AMIA, una prioridad en la agenda.

La legisladora aseguró que “nunca” se olvidará del día del ataque terrorista a la mutual judía cuando bajada del avión con sus tres hijos en el Aeroparque Metropolitano: “Es una explosión que nunca me voy a olvidar”. Además agregó: “Tengo mi absoluto compromiso y soy jugada en mis definiciones, aun cuando me dicen que no debo intervenir, no me callo y las antepongo ante cualquier situación. La causa AMIA y el tema Irán son prioridad”.

Rojkés de Alperovich manifestó que tanto ella como su marido llevan “con orgullo” su religión: “Nunca he sentido tener inconvenientes por mi condición de judía, salvo en alguna oportunidad cuando salió todo un fascismo desconocido durante el gobierno de Bussi, que salieron con una bandera que tenía una cruz”.

A la presentación del libro “La comunidad judía de Tucumán”, que describe los cien años de esa congregación, asistieron el embajador de Israel en la Argentina, Daniel Gazit, el presidente de la Sociedad Unión Israelita de Tucumán, Jaime Salomón, diplomáticos y el director de la Agencia Judía de Israel (Sojnut) para América Latina, Roni Steinitz.

Vale destacar que el libro cuenta la historia de los judíos que inmigraron a Argentina desde fines del siglo XIX, que compartían además de sus orígenes, la condición de individuos marcados por una larga diáspora que había dejado huellas profundas no sólo en sus maneras expresivas sino, fundamentalmente, en su modo de encarar la vida.