El senador radical Emilio Rached presentó un proyecto de ley para que se declare al fútbol como deporte nacional. A su vez, solicita que el Pato sea declarado “Deporte de Tradición Nacional”.

El legislador santiagueño sostiene que desde que este deporte llegó al país, no ha dejado de crecer en el interés del pueblo hasta convertirse en un “verdadero fenómeno de masas y ser la pasión más abarcadora y plural de los argentinos”.

Esto, agrega Rached, lo llevó a ocupar un lugar central en la construcción de la identidad.

El santiagueño afirmó que “con los escasos recursos que requiere su práctica, con la potencia de sus mitos y con la belleza apreciable de sus jugadas, el fútbol está instalado sin disputa en lo más alto de las pasiones populares”.

Además, el senador aseveró que “el fútbol constituye un factor insoslayable de integración social”.

También, señala que basta recordar los dos campeonatos mundiales obtenidos, las dos medallas de oro en las olimpíadas, los 14 campeonatos sudamericanos, los seis mundiales juveniles sub-20, los dos en Juegos Odesur y las seis medallas de oro en los panamericanos para entender la intensidad que despierta esta práctica.

El legislador también aclara que no es su intención menoscabar la importancia simbólica del pato ni el interés que pueda despertar en algún sector social, pero manifiesta que es incuestionable que no existe ninguna equivalencia entre ambos deportes.

“Si hay un deporte mediante el cual se puede leer la idiosincrasia de los argentinos ese es el fútbol. Muchas veces, en una cancha de fútbol es el lugar donde uno puede divisar las primeras expresiones de fenómenos políticos o sociales que se avecinan”, concluyó.