En vísperas de la reinauguración del Coliseo argentino, la directora vocal del Ente Autárquico Teatro Colón, Inés Urdapilleta, dio detalles ante Parlamentario sobre las refacciones realizadas allí.
Por Julio el Alí
– En el marco de los festejos del Bicentenario, se reinaugura el Teatro Colón…
La reapertura del Colón es el momento cultural más importante para los argentinos, más allá de la restauración y la puesta en valor del edificio, lo que verdaderamente importa es que en estas cosas nos ponemos de acuerdo.
– Se ha criticado mucho a la gestión de Mauricio Macri mientras el Colón era restaurado. ¿Qué les responde?
– Uno de los críticos más duros fue el arquitecto Flavio Clementieri, quien estuvo durante cuatro años criticando al Masterplan, a los arquitectos y a todos los que tengan que ver con el Teatro Colón. Recibió una sanción por parte de la Comisión de Ética de la Asociación de Arquitectos por mala conducta. Por eso, hay que ver quiénes fueron los que criticaron. Por eso, para aquellos que criticaron, el Colón fue restaurado y recuperó su esplendor sin perder su acústica.
– ¿Qué es lo más importante que tiene el Colón?
– Desde el aspecto físico, lo más importante del Teatro Colón es su acústica, que está a la altura de las mejores del mundo. Por eso se hicieron muchas pruebas y se ha determinado que en la reinauguración del Colón se cuidó su acústica y se mantendrá la misma característica de siempre. El nivel técnico es el mismo.
– ¿Qué tendrá de nuevo?
– El Colón estrenará telón nuevo. Pero además se realizó una importante obra de ingeniería en la reparación de varios elementos vitales para el Teatro, como son el sistema eléctrico, la circulación de agua, los montacargas, entre otros.
– ¿Por qué se tuvieron que realizar tantas refacciones que provocaron que el Teatro estuviera tanto tiempo cerrado?
– Porque el Colón fue la fiel representación del desinterés por el patrimonio histórico. Por eso digo que la mejor enseñanza de todo este tiempo fue que no podemos dejar nuestros edificios públicos que se deterioren a un nivel extremo para empezar a actuar.
– ¿Qué significa que en Argentina los edificios reconocidos como patrimonios históricos se deterioren?
– Habla directamente de la sociedad que somos, porque nos olvidamos de lo que tenemos. Y además, el costo que significa para la gente que paga sus impuestos llevar adelante una restauración de semejante magnitud, como fue la de Colón que resultó enorme.
– ¿Existen otros teatros en las mismas condiciones que estuvo el Colón?
– Tenemos que salvar al Teatro San Martín, Alvear, Cervantes y todos los museos. No dejemos que los edificios públicos caigan en una situación alarmante. Para eso debemos tener una política preventiva que reserve nuestra historia cultural.
