La administración kirchnerista ha decidido impulsar “mayores aprietes” sobre los empresarios, especialmente sobre determinados líderes de la cúpula del establishment local. La estrategia elegida ya es bastante conocida por todos. Mensajes, discursos de advertencia, algunos piquetes armados, todo esto acompañado, en muchos casos, por directos aprietes a determinados dirigentes y empresas.

A la Unión Industrial Argentina (UIA) ya le pasaron factura y por eso ahora el titular de la entidad, Héctor Méndez, se muestra mucho más flexible y acompañando al Gobierno.

Un integrante de la cúpula de la UIA lo admitió. “Lamentablemente estas son estrategias de este Gobierno que se repiten en forma constante”.

A la carga contra la UIA le siguió en los últimos días un duro lobby contra la Asociación Empresaria Argentina (AEA).

Son varias las empresas que se han ido de AEA por estos tiempos. AEA comenzó a registrar el alejamiento de compañías importantes. Así, la sangría comenzó con Gas Natural Ban, TBA y Sancor. Luego siguió con Petrobrás y ahora la entidad empresaria perdió a Loma Negra, del grupo brasileño Camargo Correa.

Parece que la decisión de cargar contra los sectores empresarios está cada vez más firme, ejecutado al pie de la letra por Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior. Esto lógicamente ha generado un mal clima de negocios. Y no sólo con los integrantes del establishment. También han surgido fuertes cruces entre el Gobierno y las grandes cadenas de supermercados. Esas cadenas no sólo que no avalan el tema de las presiones por los precios, sino que ahora están en total desacuerdo por la presión ejercida por Moreno para que se restrinja la importación de alimentos.

“Indudablemente que con este tipo de estrategia, con apretadas, con mensajes de advertencia, con mensajes para que los empresarios tengan miedo, dificilmente se pueda mejorar el clima de negocios y de inversiones en el país”, señaló una fuente de una importante cadena de supermercados.

Es más, entre los ejecutivos de ese sector de la venta minorista están que trinan con el Gobierno, porque aseguran que el Poder Ejecutivo le está dando todo el aval, incluso con determinadas concesiones, a los denominados supermercados chinos.

Es indudable que la política de presionar sobre los sectores económicos puede dar algunos frutos momentáneos, pero ese intento de demostración y fortaleza en realidad está denotando debilidad. Debilidad de inconsistencia de algunas políticas y estrategias que se vienen repitiendo especialmente en los últimos tres años y que va conformando de a poco una olla a presión.