El vicepresidente I y actual presidente provisorio de la Cámara de Senadores, Federico Scarabino, demora decisiones, aunque todos entienden que deberán concretarse más temprano que tarde.
La conmoción que produjo los acontecimientos que son de dominio público y que tienen como principal protagonista al vicegobernador , Alberto Balestrini, empieza a decantar en el Senado, tras el tiempo transcurrido y cuestiones cotidianas que emergen en la superficie que necesitan solución. “Esperamos un diagnóstico, no sabemos aún cómo puede evolucionar Alberto y nosotros creemos que se va a reponer y pronto estará entre nosotros”, afirman en el entorno del presidente provisorio en estricta reserva. Scarabino, en su discurso del Bicentenario, no fue tan lejos y deseó que “pronto se puede reencontrar su sus seres queridos”.
En la oposición aseguran que “comprenden la situación”, pero también deslizan que “el tiempo necesario” de espera que Scarabino solicitó luego de conocida la noticia ya exige una revisión, atentos a las situaciones que aparecen en el horizonte inmediato.
Dos proyectos hacen ruido en el plano legislativo: el tratamiento que se espera rápido de la ley de Hidrocarburos y el endeudamiento por 800 millones de pesos para el área de Salud.
Pero el lado derecho del estrado presidencial no parece ser la preocupación central, ni de opositores ni de oficialistas, las inquietudes que generan ansiedad perecen centrarse en el lado izquierdo del sillón presidencial: la secretaría administrativa del alto Cuerpo. Scarabino es el más informado sobre la cuestión en su calidad de escudo político/legislativo dentro del Senado de Balestrini. El senador de Quilmes tuvo oportunidad de escuchar, de propia boca de los senadores, las variadas quejas que generaba el área que gestiona el licenciado Alberto Mario Suárez -ausente en la última sesión del Senado- y que algunos denominan “el patio matancero” del Palacio porque el personal que reviste allí, casi en su totalidad, está domiciliado en el distrito de La Matanza.
Desde la oposición no niegan su malestar ante la situación y se muestran más presurosos que los oficialistas. Algunos se conforman con poco, detallan que Scarbino ya se hizo un nuevo sello en el que se lee “a cargo provisoriamente de la presidencia” del Senado, mientras otros testean voluntades para convencer con número a la vista. Los secretarios de Cámara se votan en recinto, recuerdan.
