La diputada nacional por el Partido Socialista Alicia Ciciliani presentó un proyecto de modificación de los aportes previsionales y de obra social que componen el Monostributo a fin de hacer “más equitativo al régimen, y que se correspondan con la capacidad contributiva de cada una de las categorías”.

En este sentido, la legisladora elaboró una nueva escala de aportes para los monotributistas, tanto en el rubro jubilatorio como en el de obra social, que busca “distribuir equitativamente las cargas sociales de acuerdo a los ingresos de cada una de las categorías”.

“Hoy todas las categorías, desde la B a la L, abonan un impuesto diferente que aumenta progresivamente a medida que aumentan sus ingresos brutos anuales y según la actividad. Sin embargo, esa progresividad no se traslada a los aportes jubilatorios y de obra social de cada una de esas categorías”, explicó la legisladora santafesina. “El componente jubilatorio es de 100 pesos y el de obra social de 70 pesos para todas las categorías, independientemente de los ingresos que genere cada contribuyente, haciendo completamente inequitativo al sistema”, añadió.

“Los aportes y contribuciones de monto fijo tanto al sistema jubilatorio como para las prestaciones de salud revelan una situación de franca inequidad en desmedro de los pequeños contribuyentes incluidos en las categorías de menores ingresos que son los que aportan proporcionalmente mucho más en relación con sus ingresos brutos”, abundó Ciciliani, quien ejemplificó: “Un monotributista categorizado como B si alcanzara el monto total anual de ingresos de su categoría percibiría por mes un monto promedio de 2000 y debería aportar 180 pesos a la seguridad social, mientras que con la misma condición un monotributista de categoría L percibiría $25.000 mensuales y tendría la misma obligación de aportar sólo 180$ a la seguridad social. Esta situación de flagrante inequidad se manifiesta igualmente entre el resto de las categorías”.

“La inequidad también se refleja hacia fuera del sistema si se comparan los aportes fijos que pagan los monotributistas, sobre todos los de las categorías más altas, con los trabajadores en relación de dependencia con sueldos similares a los ingresos de dichas categorías, tanto en los componentes destinados a salud como a jubilación, distorsionando la solidaridad del sistema”, abundó.

“El espíritu de la modificación que proponemos es que las cargas previsionales del monotributo se correspondan con los ingresos de cada contribuyente”, señaló la diputada nacional. La nueva escala de aportes sociales mantiene los 110 pesos de jubilación y reduce a 60 pesos el componente de obra social para la categoría B, la más baja, y aumenta ambos componentes gradualmente a medida que suben los ingresos imponibles de cada contribuyente.