A más de un año de las internas abiertas que deberían definir los candidatos presidenciales, detallamos los nombres de los postulantes que buscarán ser ungidos para participar en 2011.
Por José Di Mauro
Resultó curioso que una interna que no era siquiera para elegir candidatos, resultara tan determinante e influyente dentro del cambiante tablero político, de cara a 2011. Es que el resultado de las elecciones bonaerenses del radicalismo para elegir cargos partidarios se convirtió sorpresivamente en un revulsivo no sólo para ese partido, sino para el resto de la oposición.
Comenzando, claro está, por el propio radicalismo, que marchaba hacia el próximo año con un supuesto terceto de precandidatos que no era tal. Si bien se hablaba de Julio Cobos, Ricardo Alfonsín y Ernesto Sanz como posibles postulantes, el único que se perfilaba claramente era el vicepresidente de la Nación. Los otros dos habían sido puestos por los sectores refractarios al ex radical K y, sobre todo, por quienes querían ofrecer alternativas confiables para contener a los radicales que se resisten a amnistiar al mendocino del “voto no positivo”.
Sin embargo el triunfo de Alfonsín sobre el aparato radical bonaerense catapultó al hijo del ex presidente de la Nación ahora sí a la categoría de “candidato posible”, como así también dejó fuera del terceto al presidente del Comité Nacional, Ernesto Sanz, quien es muy bien visto dentro del partido y respetado por propios y extraños dentro de la política y el periodismo que lo conoce, pero carece de conocimiento popular como para que pudiera ser instalado para las presidenciales de acá a un año. El propio senador trasparentó ese pensamiento al día siguiente del día en el que el hijo de Alfonsín dejó de ser “Ricardito”: “Este no es mi tiempo -aclaró-, yo ahora me voy a ocupar de instalar las candidaturas de Cobos y Alfonsín.
Tenemos así a los dos candidatos que la UCR ofrecerá el próximo año para suceder a Cristina K. El menú ofrece diferentes ingredientes, según se lo presente. Si el candidato es el actual vicepresidente de la Nación -que insiste en no renunciar anticipadamente ni pedir licencia hasta que el panorama esté lo suficientemente despejado-, el Acuerdo Cívico y Social creado para competir en 2009 podría no estar completo. Contará posiblemente con el GEN de Margarita Stolbizer, de buena relación con Cobos, y habría que ver si con el socialismo que cuenta con una figura como Hermes Binner a quien todos quieren para completar una fórmula presidencial. Pero seguro no estará dentro de ese pacto Elisa Carrió, que rechaza de plano la idea de acompañar el proyecto del actual vicepresidente.
Si el candidato fuera Alfonsín, sí podrá contar con la Coalición Cívica de Carrió y sin dudas con el PS y hasta el GEN. De hecho, el diputado nacional hizo campaña lanzando flores hacia esos sectores que se alejaron del radicalismo en su momento.
En este sector no hay que descartar como candidata presidencial a la propia Elisa Carrió, quien hasta podría levantar el mérito de haber resultado segunda en las presidenciales de 2007, más allá de la descomunal ventaja que le sacó quien ganó. La líder de la CC/ARI podría encabezar una fórmula individual, si compitiera fuera de un Acuerdo Cívico que llevara a Cobos como candidato, o bien aspiraría a ser primera de un binomio en el que Ricardo Alfonsín fuera vice.
Completa este poker de candidatos Hermes Binner, aunque el gobernador santafesino no termina de definirse como potencial aspirante. Por el contrario, todos sus socios, como dijimos, lo quieren para vice. Y al socialismo no le alcanza la estructura nacional para cortarse solo. A lo sumo, el gobernador santafesino -que no tiene posibilidades de reelección en su provincia- podría hacer las veces de árbitro a la hora de las definiciones.
El amplio arco peronista
En el PJ anti kirchnerista venían dialogando por lo bajo desde hace rato, pero dos hechos los obligaron a pisar el acelerador. Por un lado, el efecto Bicentenario potenció la idea de que Néstor Kirchner podría tener el camino despejado para lograr la continuidad del “modelo”; y por otro, la necesidad de despejar la convicción de que la alternativa al kirchnerismo proviniera del radicalismo.
De ahí surgió la fotografía del miércoles en el Senado, que curiosamente no contó con la presencia de todos los candidatos de entre los cuales surgirá el candidato del Peronismo Federal, tal vez por aquello de que no los une el amor, sino el espanto…
Si bien en ese acuerdo para jugar todos juntos, dentro o fuera del PJ pero llevar sí candidatos únicos para 2011, está lleno de figuras, muchas son actores de reparto, como Ramón Puerta, Jorge Busti y los Rodríguez Saá. Sí es candidato de este sector Eduardo Duhalde, quien confía en que alguna vez le llegue el reconocimiento que cree merecer por haber timoneado la peor parte de la crisis; como también lo es Felipe Solá, quien admite correr con el lastre de carecer de los fondos necesarios para buscar consolidar una candidatura presidencial, pero confía en lograr una nominación aunque sea por descarte.
También por descarte, y por una buena cuota de perseverancia, confía alzarse con el cetro el chubutense Mario Das Neves, cuyo mayor obstáculo es una insuficiente proyección nacional, aunque no se bajará hasta último momento: mirándose en el espejo del Néstor Kirchner de 2003, quiere estar ahí para que, si ninguno de sus compañeros de ruta califican, soñar con ser el elegido.
Al que no se podrá descartar hasta último momento es a Carlos Reutemann. Si bien el hermético senador santafesino ha dejado trascender a través de terceros que tampoco esta vez quiere que cuenten con él, paralelamente desde su entorno se deja trascender que el ex corredor de Fórmula 1 es un tiempista y que como tal está esperando el mejor momento para pegar el “sorpasso”. Lo que no queda claro es si se trata de una versión fidedigna o una expresión de deseos…
No habrá que incluir entre los presidenciales a Francisco de Narváez, imposibilitado constitucionalmente de competir, más allá de que el diputado nacido en Colombia quiera sacarse las dudas recurriendo a la justicia.
Atento a que ninguno de los candidatos del peronismo disidente pudiera medir bien en las encuestas, Mauricio Macri mantiene sus esperanzas de terminar encabezando un frente del PRO y el peronismo no kirchnerista. Aunque las señales surgidas del reciente acuerdo del Peronismo Federal parecen ir en sentido opuesto y sólo confluir en una misma conclusión: ni Macri puede ir por su cuenta y desgajar de votos al PJ anti K, ni este sector tendrá al jefe de Gobierno al frente de sus boletas. Lo que implica la necesidad de lograr un acuerdo convincente para ambas partes.
¿Solanas candidato?
La centroizquierda jugará su propio juego en 2011. El sector cercano al gobierno nacional, que incluye a Martín Sabbatella, entre otros, piensa participar individualmente, marchando con listas propias sin candidatos presidenciales. En tanto que Proyecto Sur tendrá que dilucidar en el transcurso del próximo año si Fernando “Pino” Solanas encabeza una candidatura presidencial que no será más que “testimonial”, o bien se pone el traje de candidato a jefe de Gobierno porteño, habida cuenta de las posibilidades que allí sí le asisten. Aunque esa alternativa es resistida dentro del seno de su propia fuerza, donde Claudio Lozano quiere ser el candidato.
El candidato oficialista
Primero en las encuestas, aunque sin porcentajes que le aseguren imponerse en una primera vuelta, ni mucho menos en un ballotage, Néstor Kirchner va forjando su candidatura para volver en 2011, tal cual preveía cuando jugaba mediáticamente con la disyuntiva de “pingüino o pingüina”. El secretario general de la Unasur se ilusiona con una mejoría en la economía que contraste con la catástrofe financiera mundial, y con que el fantasma de la crisis de 2001 pueda alejar al electorado de tentarse por la oposición.
Kirchner será candidato presidencial y ya ni se baraja en Olivos el plan B que encabezaba el gobernador Daniel Scioli. Confían los Kirchner en haber dejado atrás el síndrome del 28-J y por eso descuentan que los 30 puntos de intención de voto que hoy puede exponer NK son sólo la base con la que arrancan una cuenta que descuentan será ascendente.
¿Y Cristina Kirchner? Ella no será candidata, por decisión propia. Más allá de que el pragmatismo puro de los Kirchner podría revertir esa decisión en caso de ser necesario, la propia Presidenta ha dejado trascender su decisión de no ir por la reelección, tal cual confió a este diario una altísima fuente del gobierno. Y además, habrá que tener en cuenta lo que ella misma recomendó a su esposo, tras asistir a la asunción de Michelle Bachelet en Chile y ver el apoyo con el que el saliente Ricardo Lagos dejaba el poder.
