En el seno del bloque de la Coalición Cívica se ha dado una incipiente polémica sobre la metodología empleada por su líder Elisa “Lilita” Carrió para nominar candidatos a gobernadores y legisladores según su gusto y paladar, sin una consulta al conjunto de la dirigencia, y muchos menos a los afiliados, de acuerdo con lo revelado por uno de ellos a Parlamentario.

Una situación que ha descolocado a quienes también aspiraban a esos codiciados lugares y que esperaban que una compulsa interna fuera la que definiera el destino de cada uno de ellos. Pero fiel a su conducta verticalista, Carrió les avisó por los medios el nombre de los elegidos, es decir Adrián Pérez en Capital Federal, Juan Carlos Morán en Buenos Aires y Carlos Comi en Santa Fe, entre otros bendecidos, con el argumento de que son “la nueva generación”.

Y siempre en el terreno electoral, la mayoría de los militantes de la CC celebraron los triunfos de Ricardo Alfonsín sobre los delfines de Julio Cobos, y se regodearon por varias razones, una de ellas interna: recuerdan que Patricia Bullrich siempre apostó a Cobos lo que disgustó a Carrió y hasta en un momento se especuló que se pasaría al cobismo lo que finalmente no sucedió.