“Las familias argentinas se movilizan por las graves consecuencias que traerían a la Nación lo que se intenta modificar”, aseguró Rubén Proietti, uno de los invitados a la reunión organizada por la Comisión de Legislación de la Cámara alta.
“Las familias argentinas se movilizan por las graves consecuencias que traerían a la Nación lo que se intenta modificar”, señaló el miembro de la Alianza Cristina Evangélica Rubén Proietti, durante la última audiencia pública que realizó en el Senado la Comisión de Legislación General de la Cámara alta, cuya titular es la legisladora puntana Liliana Negre de Alonso, en relación con el proyecto que avala el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Rubén Salomone, de la Confraternidad Evangélica, recordó que “en la historia del mundo vimos cómo muchas potencias, como Egipto o Roma, intentaron pasar por alto la ley de Dios”, y advirtió: “Senadores, ustedes tienen una alta responsabilidad. No deben tergiversar la ley de Dios o van a tener consecuencias difíciles”.
El obispo de Posadas Pedro Martínez se alejó de la posición apocalíptica de Salomone, aunque se mostró en contra de la iniciativa y declaró que “el matrimonio es un don de la creación, no es una unión cualquiera entre personas porque tiene características propias que lo hacen la base de la familia y de la sociedad”. Y agregó: “Considerar que el matrimonio debe ser varón y mujer no implica ninguna discriminación. Nosotros también planteamos la igualdad de los derechos, pero la igualdad de los derechos no es igual a la uniformidad de los derechos. Si busca la uniformidad, puede ser esta injusta”.
Por su parte, el obispo y representante de la Iglesia Anglicana para el cono sur Gregory Venables destacó que “el matrimonio entre hombre y mujer es el signo de la relación entre Cristo y la Iglesia”, y subrayó que “cambiar esto puede ser negado, pero no es lo que Dios quiere, vamos a tener que vivir con las consecuencias”. Además avaló la posibilidad de realizar un plebiscito popular para conocer la opinión de los argentinos.
El arzobispo de la Iglesia Católica Armenia, Kissag Mouradian, afirmó: “No se puede pensar que la familia es con dos hombres o con dos mujeres; la familia son marido y mujer, no dos hombres o dos mujeres”.
El único a favor
El representante de la comunidad Bet-El, el rabino Daniel Goldman, resaltó que el Movimiento Rabínico de Reforma apoya “la igualdad social” y explicó: “Familia no es específicamente un encuentro, sino una búsqueda. En esta búsqueda, los modelos familiares a través del tiempo, pueden ir modificándose”. Además, el rabino admitió que “la Biblia puede ser interpretativa de ciertos principios que pueden ir modificándose”.
Goldman fue el único representante de la religión judía que participó de la audiencia ya que Tzvi Grunbladtt, del Centro Judío Jabad Lubavitch, y Gabriel Minkowicz, del Seminario Rabínico Latinoamericano, no asistieron a la reunión.