Cuando comenzamos nuestra tarea en la Vicepresidencia del Senado provincial nos propusimos como uno de los objetivos, mejorar la calidad institucional. Entendíamos como tal la necesidad de contar con algunas normas que regulen en forma general y con condiciones de permanencia diversas instituciones de la vida democrática, varias de las cuales fueron consagradas en la reforma constitucional de 1994.

No es que no hubiera proyectos en este sentido, sino que se hacía necesaria una decisión política del conjunto de las bancadas y, desde luego, una tarea de consenso y respeto.

Con el respaldo inestimable del Presidente del Cuerpo, el Dr. Alberto Balestrini y el apoyo de nuestro bloque y de las restantes bancadas, pudimos avanzar en la consecución de alguno de aquellos objetivos. Así, pudimos otorgar media sanción a leyes tales como las reglamentarias de institutos importantes como el amparo, la consulta y la iniciativa popular, del veto del Poder Ejecutivo, del Consejo de la Magistratura, del Jurado de Enjuiciamiento de los Jueces, la creación de Colegios Profesionales, etc.

En la elaboración de dichos cuerpos legales, todos tuvimos que ceder algo en aras del proyecto común, y así lo hicimos, con la convicción de que estábamos contribuyendo al fortalecimiento de instituciones democráticas modernas que animan nuevos paradigmas participativos de la ciudadanía en un mundo cada vez más complejo y donde la representación ficta de los dirigentes políticos, a veces no alcanza para cumplir con los anhelos de nuestros representados.

También destaco en este sentido el aporte efectuado igualmente por nuestro gobernador Daniel Scioli en temas trascendentales, como es el caso del envío del proyecto de ley de reglamentación del Defensor del Pueblo, figura ésta que para ser operativa requería de dicha sanción legislativa. El consenso también privó y tuvimos la ley y la designación del primer Defensor provincial, el Dr. Carlos Bonnicatto, quien está dando los primeros pasos para poner en funcionamiento esta importante institución de control de los poderes públicos.

A veces, la cantidad conspira contra la calidad. Por eso, no nos anima el deseo de batir record de cantidad de leyes sancionadas. Lo que sí nos preocupa es que la mayoría de las que se sancionen tengan consenso, previsibilidad y un marco de permanencia que otorgue seguridad jurídica y reglas claras a todos los bonaerenses en nuestra lucha por mejorar la calidad de vida de los mismos.

Por todo ello, rescatamos el camino del diálogo y la madurez para aquellos temas que deben ser el pilar de las democracias modernas. Así, con mucho esfuerzo y sin estridencias, creo que estaremos haciendo un aporte a las futuras generaciones.

* Scarabino es vicepresidente 1º del Honorable Senado de la provincia de Buenos Aires