La idea está inspirada en Brasil, donde al aeropuerto de Río de Janeiro le han puesto Tom Jobin, uno de los principales músicos cariocas. De ahí tomaron el ejemplo varios diputados del Peronismo Federal que quieren ponerle Carlos Gardel al aeropuerto internacional de Ezeiza.

El ministro Pistarini -como se denomina a Ezeiza- sería el damnificado, en caso de aprobarse la norma promovida por Felipe Solá, Roberto Mouillerón y Raúl Rivara quienes quieren homenajear así al “Mudo” con “una medida acorde al reconocimiento expresado por el pueblo argentino y el mundo entero, porque si bien los tributos que se le han rendido son incontables, también es cierto que la cuenta aún no ha sido saldada”, según señala la propuesta en sus fundamentos.

“Creemos que lo mejor es nominar como ‘Carlos Gardel’ este lugar que hace de puerta de entrada y salida de nuestro país”, señalan los diputados, basados en la atención e interés que sigue despertando en el público de todo el mundo ese singular cantante de tangos. En ese marco, se ensalza la figura de Gardel señalando que ese cantante “superó generaciones y modas, y hoy es el referente obligado, lo máximo, es decir, Gardel, es Gardel, según la sabiduría popular que transformó su nombre en un adjetivo”.