Fuertes cruces hubo sobre el final del prolongadísimo debate. Sucedió por las fuertes críticas del jefe del bloque oficialista, y la reacción de la senadora Negre de Alonso, que terminó llorando.
No fue un final acorde a un debate que en líneas generales mantuvo una línea de corrección. Salvo el arranque, en el que hubo una embestida desde la oposición contra el titular provisional del Senado, con cuestiones de privilegio de Liliana Negre de Alonso y Sonia Escudero contra Miguel Pichetto, después capeó la calma, que se extendió durante las quince horas del debate.
Pero fiel a su estilo, el titular del bloque del Frente para la Victoria formuló en su discurso de cierre fuertes críticas, que involucraron al cardenal Jorge Bergoglio en particular y a la Iglesia en particular, más la titular de la Comisión de Legislación General, Liliana Negre de Alonso, quien pidió después la palabra y salió a exigirle una disculpas por considerar que el jefe kirchnerista la había llamado “nazi”.
Las disculpas no llegaron y la senadora concluyó esa sesión que la tuvo como una de las protagonistas principales entre sollozos. Fue así que el senador Nito Artaza pidió la palabra para aclarar que él, a pesar de votar a favor de la aprobación de la norma, no compartía las expresiones críticas de Pichetto contra Bergoglio y la Iglesia.
“Eso va por su cuenta”, replicó sin contemplaciones el senador rionegrino.
A continuación y previamente a la votación final, el presidente provisional del Senado se sintió compelido a hacerle él mismo un reconocimiento a la compungida Liliana Negre, y así fue que reconoció su trabajo realizado al frente de la comisión. Tras ello, llamó a votar. Y salió la ley.
