Ernesto Sanz rechazó sospechas sobre los senadores y la forma como vienen votando, pero advirtió que el nivel de dependencia de algunas provincias es tan grande que los legisladores muchas veces terminan votando diferente a sus deseos.
El jefe del radicalismo, Ernesto Sanz, dijo no estar “para nada” de acuerdo con las denuncias de compra de votos en el Senado, aclarando que “no me parece que eso refleje la realidad” de la Cámara alta.
En tal sentido resaltó los esfuerzos que viene haciendo el Cuerpo desde aquellos episodios del año 2001 con los supuestos sobornos del Senado, para elevar su imagen, y consideró que “no hay derecho alguno para enlodarlo con frases de este calibre, y en lo personal no me consta absolutamente en todos estos años que llevo como senador que haya ocurrido algo así”.
“Lo que hay y no es una cuestión del Senado, involucra a la vida institucional del país, es un gobierno que utilizando los recursos públicos, presiona, trata de disciplinar a gobernadores, intendentes, y a través de ellos a los legisladores de la provincia, para que voten las leyes del Gobierno o no voten las leyes de la oposición”, destacó el senador radical.
En diálogo con Radio Continental, el legislador advirtió sobre “la concentración de recursos en el Gobierno nacional y a veces la asfixia de recursos por parte de las provincias hace que el Gobierno utilice esta herramienta en muchos temas en el Parlamento”.
Sanz admitió presiones oficiales del Gobierno, que justificó en “esta posición de privilegio respecto a los fondos públicos”, y el hecho de “tener tan sometidas algunas provincias, que necesitan el dinero para pagar los sueldos a fin de mes”.
“Por lo tanto el nivel de dependencia es tan grande que ahí aparecen estos senadores que interiormente tienen una visión para votar de una manera, terminan votando de otra para no perjudicar a sus provincias en esta situación de debilidad extrema que están con el Gobierno nacional”, admitió el presidente del Comité Nacional de la UCR.
