Organizado por la Universidad Maimónides y la Fundación Roberto Fernández Viña se realizó en el Congreso de la Nación el Primer Encuentro Internacional de Terapéuticas Innovadoras de Células Madres Autólogas. El evento contó con la participación 25 médicos, científicos e investigadores del mundo y con el “auspicio” del ministro de Salud, Juan Manzur y de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. En representación del ministro Manzur participó el diputado nacional (MC) Juan Sylvestre Begnis, quien se refirió a los aspectos legales de estas terapéuticas.

Entrevistado por Parlamentario, el doctor Roberto Fernández Viña explicó de qué se tratan estas terapéuticas innovadoras con células madres autólogas. “Son las células que tenemos en nuestras propias médulas óseas, dentro de nuestros huesos y que son las que todos los días se liberan al torrente circulatorio para reparar los órganos que se nos destruyen, es decir, cuando lastimamos nuestra piel, las mucosas, el corazón, el hígado -detalló-. El organismo se repara continuamente con estas células que tienen la capacidad de reparar muy bien los órganos del ser humano”.

“Es muy importante diferenciarlas de las que son células madres embriónicas (dan origen al ser humano), que tienen gran potencia pero cuando son colocadas en una persona adulta producen tumores (teratoma), y quedan como alternativa en reparación de tejidos la célula madre autóloga, es decir del propio paciente”, remarcó Fernández Viña.

– ¿Qué significa innovativas?

– Terapéuticas innovativas son fórmulas que ya han sido aplicadas en otro sentido y que uno le cambia la orientación. Con estas terapéuticas el uso de células madres ya se ha probado que sirven para tratar enfermedades de la sangre y reparar tejidos sanguíneos. Se puede utilizar el método de cateterismo para colocar esta célula en determinados órganos como puede ser el corazón o el cerebro.

– ¿Qué significa autólogas?

– Se denominan autólogas porque son las células del propio paciente. Las de cordón umbilical o las células embrionarias tienen un problema ético, porque para obtenerlas hay que destruir embriones y eso atenta contra los principios de la humanidad que es no destruir seres humanos.

El primer caso en el mundo para regenerar células madres fue realizado en Düsseldorf por el doctor Bodo Strauer, al cual conozco personalmente. Este médico alemán, en el 2002, llevó por medio de un catéter una célula madre obtenida de un mismo paciente y la colocó en el corazón y regeneró el músculo cardíaco. Nuestro grupo de investigación en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, fue el segundo en el mundo y el primero en América que implantó en el 2003 una célula madre en un corazón. En el 2005 hicimos por primera vez el protocolo de investigación en diabetes del tipo 2, colocando vía catéter en el páncreas células madres con resultados realmente exitosos, al punto tal que fuimos imitados en muchos países como China, Alemania, México y Estados Unidos.

Consultado por Parlamentario sobre si se viola el marco ético del ejercicio de la profesión, el doctor Eduardo Goberman, rector de la Universidad Maimónides de Buenos Aires, señaló que “la terapia celular con elementos provenientes del propio paciente conforma un conjunto de prácticas médicas que son objeto del diario actuar de la medicina desde hace algo más de medio siglo. Su desarrollo, como lo ha sido el de la cirugía, la kinesioterapia o el psicoanálisis se basa en el estudio retrospectivo de sus resultados y de la comparación de estos últimos con los esperables por otros medios. Todos ellos cumplen con el principio ético enunciado por la Ley 17.132 del ejercicio de la medicina en sus artículos 20 y 21 cuando otorga en primer lugar a las universidades y en segundo lugar a las asociaciones profesionales a establecer lo que científicamente es aceptable practicar. Siempre que sea posible, tales medidas deben ser investigadas a fin de evaluar su seguridad y eficacia”.

Como ejemplos históricos de la aplicación de este criterio, Goberman señaló que “entre muchos otros pueden mencionarse el de las transfusiones de sangre, el tratamiento de infecciones con penicilina, el desarrollo de la cirugía laparoscópica y el transplante de médula ósea. Algo similar ocurrió con el uso de la cirugía laparoscópica”.

Las conclusiones

El encuentro tuvo como conclusiones, en primer lugar, que este tipo de terapéuticas se encuentran insertas en el marco ético, ya que no se requiere de la utilización de embriones humanos para procurar células madre, pues existe un total y absoluto respeto a la vida y la preservación de la especie humana.

Estas terapéuticas no violan el marco ético del ejercicio de la profesión basada en el arte de curar. Además, no se viola ninguna disposición vigente en el marco constitucional de ninguna ley, y por eso cobra especial valor que este encuentro se haya realizado dentro del propio Congreso nacional, donde se generan todas las leyes.

Además el evento fue auspiciado por universidades argentinas y extranjeras y fue declarado de interés por la Cámara de Senadores y de Diputados de la Nación. La realidad marca de que esto es factible y aplicable en seres humanos como una terapéutica innovadora. El deber del médico es brindar al paciente cualquier posibilidad terapéutica que considere útil y que pueda ser de su beneficio.